El Ushuaïa Ibiza se impuso ayer al CAI Teruel por 3-1 (28-26, 17-25, 25-18 y 25-22) en un vibrante partido de Superliga masculina de voleibol que se resolvió tras más de dos horas de batalla en el polideportivo municipal de es Viver, que tuvo la mejor entrada de la temporada con unas 300 personas.

Un triunfo que fue el claro ejemplo de que la formación ibicenca ha alcanzado el estatus que llevaba años persiguiendo. «En el deporte se gana y se aprende, y nosotros nos hemos cansado de aprender», aseguró el presidente del Eivissa, Javi Escandell, instantes después de que un blockout del jienense Raúl Muñoz diera la victoria a los ibicencos. Un equipo que descolgó a la formación de Manuel Rivera y se posicionó como principal aspirante junto a Unicaja Almería por ser cabeza de serie en la próxima Copa del Rey.

Y es que el último punto también fue síntoma del cambio de tendencia. Muñoz, que esta temporada es el capitán del equipo, inició el duelo errático y estrelló contra la red sus tres primeros servicios. Pero se animó a medida que el pabellón fue incrementando los decibelios con el paso de los puntos y acabó siendo un vendaval incontrolable para los turolenses.

El partido comenzó igualado hasta que el electrónico reflejó el 4-4 tras un triple bloqueo local. Sin embargo, los de Teruel pusieron la directa y ampliaron el marcador gracias a un mal bloqueo del capitán Raúl Muñoz (6-10). No conseguía encontrar alternativas la escuadra de Marcelo de Stefano desde los flancos, pero sí lo hizo por el centro de la mano de Elvis y Jean Pascal Diedhiou (13-14). Una gran dirección de Xavi Folguera animó a sus compañeros, que pusieron contra las cuerdas a los ibicencos (17-22), que consiguieron igualar el partido con un inverosímil punto de saque del central brasileño Elvis (23-23) y dispusieron de su primera bola de set (26-25). Por aquel entonces ya se intuía una dinámica diferente y Teruel enterró el parcial al recibir mal un saque de Edson Valencia (28-26).

Una batalla épica que dejó paso a un asalto para cada equipo. El primero se lo apuntaron los turolenses 17-25. No tuvo demasiada historia: Folguera movió y Thomas aniquiló. Parecía la antesala de un guión vivido en temporadas pasadas en la pista ibicenca. Remar para morir en la orilla. Sin embargo, De Stefano tiró de banquillo cuando Elvis de Oliveira salió lesionado del parqué y dio entrada a Fidalgo en la posición de central. Comenzaron a funcionar los engranajes y Nico Ronchi, Héctor Salerno y Raúl Muñoz comenzaron a acertar en las acciones de ataque.

Cambio de escenario

Un partido diferente con jugadores diferentes. Se cambiaron las tornas y fue el color amarillo el que predominó por la pista: todos los rechaces y los puntos decisivos se resolvieron a favor de los locales, que se apuntaron el tercer set por 25-18 con un bloqueo ganador del venezolano Valencia.

Toda la carne estaba en el asador. La cuarta manga debía decidir si el Ushuaïa Ibiza mantenía el liderato o si Teruel resurgía de sus cenizas de campeón para salvar el choque. Ambos rivales resetearon la memoria acumulada como si de un partido nuevo se tratase y volvió la igualada.

Lech anotó el 5-5 y Ronchi se apoyó en el bloqueo para sumar dos puntos de renta (10-8) que los turolenses consiguieron anular (11-11).

Entonces, los amarillos brillaron con dos parciales demoledores. Muñoz remató cruzado para sumar el 15-11 y el colocador Ignacio Sánchez bloqueó el 18-12 en el que parecía un golpe mortal. No lo fue para el gran campeón, que consiguió ajustar hasta el 21-18 con un punto de saque del catalán Gerard Osorio. El bloqueo visitante cazó a Salerno (23-21), pero volvió a resurgir Raúl Muñoz para certificar tres puntos que saben a mucho más.

Una victoria que vale su peso en oro: deja al Ushuaïa Ibiza como firme candidato a ser cabeza de serie para la Copa del Rey. Y, además, lo posiciona como una pareja de baile mucho más fea de lo que lo fue en el pasado.