El Trijasa ha decidido en una reunión este jueves que no organizará la Travessia de ses Llagostes este año, una cita popular que impulsaron en 1995 y que estaba prevista para el 28 de agosto, después de que el Ayuntamiento de Sant Antoni no les haya permitido entregar el tradicional crustáceo como premio a los campeones.

El Consistorio ha tomado la misma decisión en base al artículo 11 de la ordenanza reguladora de la tenencia de animales domésticos, según la cual "está prohibido donarlos como premio, recompensa o regalo de compensación para otras adquisiciones de naturaleza diferente de la transacción onerosa de animales, excepto los autorizados por la Administración".

El concejal de Deportes, Antonio Lorenzo, ha explicado esta tarde que el Ayuntamiento llevará a cabo una prueba popular en las mismas fechas, aunque se diferenciará de la Travessia de ses Llagostes, al entender que es parte del Trijasa (que no tiene registrado el nombre). Asimismo, no descartó volver a sentarse con el club y llegar a un acuerdo de cara a 2017. Sin embargo, Lorenzo ha aseverado que la decisión de no dejar entregar una langosta es firme.

"Habíamos hablado con los organizadores hace tiempo y les dijimos que este año no podrían dar las langostas como premio, en base a la ordenanza de 2006. Además, hemos aprobado declararnos como municipio amigos de los animales. La prueba tenía previsto aumentar de presupuesto y como alternativa pusimos sobre la mesa que se entregar algún trofeo con forma de langosta o que se entregara un premio complementario, como una cena. Nosotros creemos que un animal no debe ser un premio. Queremos que el Trijasa siga organizando la prueba, pero al final no han accedido a hacerlo", ha indicado Lorenzo.

Por su parte, el presidente del Trijasa, Antoni Marí, aseguró estar "triste y decepcionado" después de que el Consistorio "se haya cargado una prueba con más de 20 años de tradición". Marí, que no ha asistido a la reunión del club y que ha afirmado hablar a título personal, ha destacado el hecho de que entiendan que el crustáceo es un animal doméstico.

"Qué quiere que le diga, aceptaré la langosta como un animal de compañía. Estoy indignado, no hay palabras para describir lo que siento. Es algo que hacíamos con mucha ilusión para ayudar a las fiestas del pueblo porque gustaba mucho a gente de toda la isla. No han querido bajarse del burro. Me sabe muy mal que ahora vengan estos iluminados y que hagan las cosas de esta manera; son más papistas que el papa. Es todo por los intereses propios de una concejal [Ainara Sánchez, edil de Juventud y Bienestar animal], nada más. Nos han quitado la ilusión", ha concluido Antoni Marí.