El trabajo de promoción de las Pitiusas como destino turístico para la práctica del ciclismo ha sido incansable durante los últimos años. El ritmo frenético de registros que ha experimentado la Vuelta a Ibiza en bicicleta de montaña, que ha agotado los 1.000 dorsales disponibles y cuenta por centenares los inscritos en lista de espera, evidencia que la faena ha empezado a dar sus frutos.

Sin embargo, la sorpresa para el público ha llegado por la vía opuesta. Ibiza y Formentera, pese a que su orografía no es la ideal para la preparación de los corredores locales, se han destapado como una región capaz de exportar sus pedaladas y posicionar a algunos deportistas entre la élite del pelotón nacional e internacional.

La punta de lanza está siendo el sanantoniense José Márquez. Después de apostarlo todo al negro y trasladar su residencia a la Península para disputar las pruebas nacionales con el Controlpack valenciano, la buena temporada 2015 del ibicenco, de 25 años, no pasó desapercibida para los ojeadores de los equipos profesionales.

Un curso que le valió su fichaje por el GM Europa Ovini de categoría Continental. Su primer sprint en el pelotón profesional con el maillot negro y verde será entre el 28 y el 31 de enero en la Challenge a Mallorca.

También espera su turno en el apartado de ciclismo en ruta el andaluz afincado y formado en Ibiza Cristian Cabrera, quien cumplirá su tercer año en el Collotto. El de Sant Antoni ha dado un salto de calidad, por lo que el director de la escuadra ovetense le dará el mando de la formación para las etapas llanas y de media montaña. Su primera competición será la Vuelta a la Costa Cálida (Murcia).

Por lo que respecta a la mountain bike, la gran estrella es el santaeulaliense Enrique Morcillo, único corredor élite del equipo español de la firma Scott después de que Francesc Guerra haya dado el salto al Olympia. Morcillo tendrá el complicado objetivo de superar una temporada 2015 en la que se subió al podio de la Titan Desert. La firma con sede en Suiza ha apostado para este año por la isla con la creación de un filial con Óscar Ferrer, que formará tándem con Morcillo en alguna prueba por etapas, Javi García, Juan Pilot y David Ramón.

Ferrer, que deja el maillot naranja del Probike, disputará la Copa Catalana y los maratones más importantes del país, donde tratará de conseguir los puntos UCI necesarios para acudir a una Copa del Mundo. Un sueño después de quedarse a dos puntos la temporada pasada.

David Checa, en el El Valle, y Juanan Bonet, en el King Barcelona, serán otros representantes locales en clubes nacionales.

También está creciendo la atención que se le dedica a las categorías base, aunque sea de una forma menos intensa de lo que le gustaría a la mayor parte de los aficionados. La principal estrella es Vicent Roig, ciclista formado en la cantera del Master Team. El ibicenco, tercero el año pasado del circuito nacional de ciclismo en ruta, volverá a lucir la camiseta del Castillo de Onda. Su objetivo será luchar por el triunfo en las rondas nacionales e internacionales y la Copa de España júnior.

Además, en los últimos meses se han creado las escuelas de Sant Joan, que dirige Christian Torres, y Santa Eulària, bajo el ala de la Peña Deportiva.

El delegado insular de ciclismo, Miquel Tur, asegura estar «muy contento» con los resultados de los corredores y que el ritmo de licencias se mantiene «en la misma línea de otros años», por lo que se conseguirán cerca de tres centenares. «No cabe otra cosa que estar muy contento [con sus resultados]. Desgraciadamente son pocos por las posibilidades que tienen en las islas. Todos sabemos que es complicado. Con los medios que tenemos, la valoración es muy positiva» aseguró.