La mala suerte se cebó con el futbolista holandés Mitchell van Gastel. El jugador del Barendrecht, un equipo de fútbol amateur, vio como el árbitro del partido que le enfrentaba al Scheveningen le rompió la nariz en un choque fortuito. Todo ocurrió cuando el colegiado levantó los brazos para aplicar la ley de la ventaja, golpeando en la cara a Van Gastel.