Los aficionados al motor no podrán disfrutar este año de la Pujada a sa Cala de Sant Vicent, prueba que tenía que cumplir su trigésima edición los días 18 y 19 de octubre y que se ha cancelado por motivos económicos. Así lo manifestó ayer José Antonio Vázquez, presidente del Automóvil Club de Ibiza y Formentera (ACIF), organizador del evento, quien afirmó que para el 30 cumpleaños se quería celebrar una competición de máximo nivel pero no se ha podido garantizar el presupuesto necesario para ello (de unos 70.000 euros en su cifra más ambiciosa).

Además, la entidad promotora de la carrera aún no ha cobrado la ayuda del Govern -de casi 20.000 euros- correspondiente a la competición de 2013, por lo que no quieren acumular una deuda que conlleve la desaparición definitiva de la carrera, como expresó el propio Vázquez.

La 29ª edición también estuvo cerca de no disputarse, pero finalmente se consiguió sacar adelante con un formato más modesto y sorteando las apreturas económicas. Sin embargo, en 2014 no se le ha podido dar la continuidad deseada: «Queríamos hacer una prueba espectacular y nos encontramos que estamos como el año pasado, teniendo que tirarnos a la piscina para hacerla como podamos. Esta vez creemos que es preferible esperar, ponernos al día económicamente y luego hacer una prueba como se merecen los 30 años», explicó Vázquez.

Entre los planes del ACIF estaban recuperar la categoría de cita valedera para el Campeonato de España de rallys de montaña -la última vez, de once en total, fue en 2011-, volver a contar con la presencia de los vehículos tipo barqueta, invitar a los campeones de las ediciones anteriores o incluso disfrutar de nuevo de la participación de Antonio Albacete y su camión (como ocurrió en 2009). Ideas que, de momento, no se harán realidad y habrá que esperar a un momento mejor.

El presidente del Automóvil Club de Ibiza y Formentera manifestó que el objetivo es recuperar la Pujada a sa Cala cuanto antes, por lo que trabajarán para que el evento regrese en 2015. Incluso no se descarta un cambio de fechas y optar por celebrarla a principios de año: «Si vemos que es una ventaja para la prueba, lo sopesaremos», destacó el portavoz de la organización.

Desenlace inesperado

Vázquez subrayó que no se esperaban este desenlace porque al empezar 2014 eran «muy optimistas». «Cobramos una deuda que arrastrábamos de años atrás y parecía que respirábamos un poco. Pensábamos recibir también lo que nos deben del año pasado, pero no ha sido así».

El dirigente del ACIF dijo que el impago del Govern ha sido solo un escollo más para anular la 30ª edición: «Tampoco les culpamos a ellos de todo». Otro hándicap importante ha sido no conseguir el «apoyo de patrocinadores» con los que completar un presupuesto acorde con lo que se quería hacer.