Pocas pruebas en España reúnen la dureza que ofrecen los 10.000 del Soplao, que congregará este fin de semana a más de 8.000 participantes en Cabezón de la Sal (Santander). Los deportistas que acuden a este evento pueden elegir entre diversas especialidades deportivas extremas, como la ultramaratón (113 kms. a pie), la maratón (44 kms. a pie), la combinada (44 kms. a pie y 108 kms. en bicicleta), los 10 kms. de aguas abiertas -se estrena este año- y la que reúne más adeptos -casi 5.000 ciclistas-, la carrera de mountain bike de 165 kilómetros.

A ella acudirán cuatro ibicencos, Fernando Irurre, que correrá por tercera vez (ya estuvo en 2012 y 2013), Josep Ribas, quien participará por segundo año consecutivo, y los noveles Luis Sáez y Ángel Galera -el más joven del grupo con 23 años-, que se estrenan en esta competición.

Estos cuatro ´titanes´ harán frente al ya conocido como el ´infierno´ cántabro por su recorrido exigente -los puertos llegan a alcanzar 2.000 metros de altitud- por valles y montañas y por una climatología cambiante durante las más de 13 horas que tendrán que estar encima del sillín de sus bicicletas, dándolo todo en una sola etapa. Irurre es el que más experiencia tiene en pruebas extremas. Ha participado en la prestigiosa Titan Desert en 2011, que pudo concluir, al igual que la Tras Pir Challenge (carrera de 8 etapas) en 2012, la Trans Alpes el año pasado, y en los 10.000 del Soplao, que afrontará el sábado por tercera vez: «La más dura para mí ha sido la Trans Pir a nivel físico y la Titan Desert te afecta mucho psicológicamente. Sin embargo, los 10.000 del Soplao son diferentes y ya en 2012 no los pude acabar porque suspendieron la carrera. Las ambulancias no daban abasto con las numerosas hipotermias que sufrieron los corredores, yo entre ellos. El clima es muy extremo, ya que de repente te encontrabas con sol, pero después te encontrabas en la montaña con frío y lluvia. Ya con acabarla es un éxito».

Ribas también tiene experiencia en esta prueba y confirmó lo dicho por su compañero sobre la dureza de los 10.000 del Soplao, aunque reconoció que esta prueba es diferente a las demás y destacó la colaboración de los ciudadaos de la zona: «Es la primera vez qe veo que la gente de los pueblos te ayuda. En las bajadas se te llena la bicicleta de barro y hay personas que te las limpiasn con agua a presión cuando pasas por allí. También hay una parte del valle, donde una señora sale con un perolo de caldo y te lo ofrece para reponer fuerzas o sacan rollos de papel para que te limpies las gafas y hasta te dan cuencos con golosinas para que te las tomes porque llenas el cuerpo de azúcar y va bien».

Sáez es uno de los debutantes en el ´infierno´ cántabro, aunque cuenta con alguna experiencia en otras carreras extremas: «El año pasado corrí la Trans Alpes, aunque tengo que reconocer que solo llevo dos años probando a hacer este tipo de carreras de MTB. He decidido probar en los 10.000 del Soplao. Me van estos retos extremos».

Galera es el más inexperto en competiciones de especial dureza en BTT y es la primera vez que sale a competir fuera de las Pitiusas: «He hecho bastantes carreras en Ibiza, pero nunca he salido fuera. Me apetecía mucho correr en una prueba tan extrema».

Los cuatro ciclistas pitiusos coincidieron en señalar que su principal objetivo es acabar la carrera y esperar que el clima no sea tan duro. En el caso de Josep Ribas y Fernando Irurre esperan también rebajar su tiempo del año pasado. El primero confirmó tener un registro de alrededor de 13 horas y 30 minutos aproximadamente y el segundo aseguró que su crono fue algo más de 14 horas.