Iker Monge puede presumir a sus 24 años de ser el único jugador nacido en Ibiza que ha conseguido jugar en la élite del rugby nacional tras militar durante cuatro temporadas en el Guernika, uno de los equipos punteros de la División de Honor, aunque en la actualidad no pasa por su mejor momento por sus problemas económicos. Por esta circunstancia, Monge, para seguir con su progresión deportiva, decidió cambiar de aires y fichar esta campaña por el Complutense Cisneros de Madrid, con el que está realizando una buena campaña, ya que ocupa la séptima plaza, pero a pocos puntos del grupo de privilegio.

Además, el equipo universitario, pese a que perdió el pasado domingo en el derbi madrileño frente al Atlético de Madrid (17-13), ha conseguido clasificarse de forma matemática para jugar la Copa del Rey -donde juegan los ochos primeros clasificados- que tendrá lugar en enero.

Iker Monge reconoció que es un orgullo ser el único pitiuso que ha jugado en la máxima categoría nacional: «Me considero un privilegiado y me siento muy satisfecho de estar en División de Honor. Tengo que reconocer que tuve un poco de suerte de caer en Guernika, un equipo de primer nivel que me dio la oportunidad de enfrentarme a la élite estatal».

El pilier ibicenco comenzó su afición al rugby en la escuela donde acudía, en Sant Llorenç. El primer equipo en el que se formó y empezó a practicar esta especialidad es su club de toda la vida, el Ibiza Club de Rugby, donde ha pasado por todas las categorías inferiores infantil, cadete y juvenil, y dio el salto al primer equipo. Iker Monge decidió trasladarse a Guernika para estudiar patrón profesional de barcos y su estancia en la localidad vizcaína le posibilitó seguir practicando su gran pasión. Al principio le costó entrar en el primer equipo, pero finalmente pudo debutar en la máxima categoría a sus 20 años en el partido que jugaron en Sevilla frente al Ciencias Cajasol.

Monge guarda un gran recuerdo de su etapa en el conjunto vasco: «La verdad es que allí me trataron muy bien. Eran como una gran familia. Nunca se me olvidará que pudiera hacer historia con el Guernika y ser el primer equipo español que ganara dos partidos en competición europea -ganaron en la Amlin Challenge Cup al Rovigo italiano (13-3 y 10-16)-».

El jugador pitiuso recaló este año en el Cisneros Complutense, con el que espera hacer un buen papel durante esta campaña: «Me he adaptado muy bien al equipo y he tenido una buena acogida. Me gusta la filosofía del club. Tenemos mucho mérito al ser un equipo completamente amateur. Nos marcamos como objetivo luchar por el play off por el título -lo disputan los seis primeros clasificados- y, por qué no, luchar por ganar la Copa del Rey».

Curiosamente, Iker Monge no ha sido convocado para participar en alguna concentración con la selección española en las categorías inferiores, pero no le preocupa: «Aquí en Ibiza hasta hace poco no se hacía mucho seguimiento del rugby y era normal que no me llamaran. No cabe duda que sería bonito que te seleccionaran, pero es muy complicado entrar en una convocatoria por el elevado nivel que hay en España. Si me convocan alguna vez será un sueño hecho realidad».