Tania Lamarca Celada (Vitoria, Álava, 30 de abril de 1980) ha participado recientemente en un campus de gimnasia rítmica organizado por el CGR Tanit. Hablando con ella se nota que sigue disfrutando con su deporte, ahora como entrenadora y contando la que ha sido su experiencia personal con una disciplina que le ha dado numerosas alegrías. No en vano, consiguió la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996, en la modalidad de conjuntos formando parte de la selección española. Pero también acumula diez metales más (cinco en Europeos y otros tantos en Mundiales). Su paso y despedida por la rítmica ha quedado escrito en el libro ´Lágrimas por una medalla´, que vio la luz hace ya cinco años.

„De las tres gimnastas que han pasado por los campus que se han celebrado en la isla, Marina Fernández, Jennifer Colino y ahora usted, todas han tenido problemas con la Real Federación Española de Gimnasia. ¿Qué sucede en su deporte?

„La verdad es que, por desgracia, cuesta un poquito que la Federación se preocupe de los deportistas cuando nos retiramos. Suele pasar en casi todos los deportes, pero sí que es verdad que en la gimnasia hubo una época en que esto sucedía, aunque ahora las cosas han ido cambiando. Yo más que federativo, tuve un problema técnico. Las entrenadoras no estaban de acuerdo con mi peso y me expulsaron del equipo.

„El último caso de polémica ha sido el de Marina Fernández, que denunció que le sugirieron simular que estaba lesionada antes del Mundial, a lo que se negó porque no tenía ningún problema físico...

„De esta historia no puedo hablar personalmente, pero sí que es verdad que con esto debemos ser muy cautos. Al final, como siempre digo, antes de deportistas somos personas. Hay que tener cuidado y no solo preocuparnos de ellos cuando nos ganan las medallas. Hay que hacerlo siempre, y sobre todo cuando pasan épocas flojas.

„¿Tan duro es el régimen al que están sometidas las gimnastas?

„Siempre intento explicar que no es que sea duro el durante, sino que la dureza que hay no se corresponde luego con la recompensa que se obtiene. La gimnasia rítmica no es tan dura comparada con cualquier otra cosa. Todo lo que requiere un sacrificio y un trabajo, tiene épocas buenas y malas. Sí que es verdad que luego la recompensa no está a la altura de todo el esfuerzo hecho.

„Su libro se titula ´Lágrimas por una medalla´. ¿Se refiere a lágrimas de alegría o de tristeza?

„Es un título un poco comercial que eligió la editorial para intentar vender más. Me refiero más a las lágrimas de alegría que derramé en el podio [por la medalla de oro olímpica por conjuntos en los Juegos de Atlanta 1996]. En el libro cuento desde que entro en el equipo nacional y, sobre todo, el después, que es lo que creo que tenemos que mejorar, que es cuidar a los deportistas cuando se retiran.

„¿Tanta es la soledad del deportista profesional retirado?

„Lo que pasa es que, de repente, todo el mundo que tienes desaparece. Tú estás acostumbrada a que te ayude mucha gente, y luego te retiras de un deporte minoritario del que no puedes vivir económicamente. No es como un futbolista, que aunque nadie esté a su lado amasa un colchón de dinero. Cuando dejas la gimnasia, tienes que volver a estudiar ya que habías aparcado tu formación antes, y necesitas mucho apoyo de los tuyos. Porque, realmente, toda esa gente que está en la foto cuando ganas una medalla desaparece. No tienes una llamada de la Federación para saber cómo te van las cosas. Y eso es muy duro cuando se es joven. Ya se sabe que en la rítmica empezamos muy jóvenes y acabamos nuestra carrera pronto.

„¿A qué se dedica usted ahora?

„Sigo con el deporte. En invierno trabajo en el mundo de la nieve y en verano me dedico a dar clínics y charlas relacionadas con el tema de la gimnasia rítmica. En el libro también cuento que aún quiero a la gimnasia y que por encima de todo es el deporte que me ha enseñado a ser como soy.

„Sus compañeras también me decían lo mismo, que la gimnasia rítmica es una disciplina que deja una huella imborrable...

„Creo que como todos los deportes. A mí me ha enseñado unos valores que no he aprendido en la vida real. Eso se lo tengo que agradecer a la gimnasia rítimca.

„¿Y lo de su empleo en la nieve?

„Pues por amor. Porque mi mardido es profesor en la estación de esquí de Formigal. Entonces, he estado dando clases de snowboard durante cinco años. Estoy metida en la parte de secretaría de la escuela de esquí de Formigal.

„El snowboard parece más espectacular que la rítmica...

„Sí, y un poco más peligroso también [ríe]. La nieve me apasiona desde que soy pequeña y hasta que no dejé la gimnasia rítmica no la pude probar.

„¿Por qué lo de escribir un libro?

„Fue por una cosa muy casual. Todos mis amigos, cuando me preguntaban por mi historia decían que debería contarla para que lo supiera la gente. Cristina Gallo, que es la que ha escrito el libro, es muy amiga mía. La llamé y le dije: ´o lo escribes tú o no lo escribo´. Para redactar un libro tienes que sacar muchas cosas de dentro y solo quería que lo hiciera ella.

„Usted posee un palmarés envidiable. Ahora, tras las dos últimas medallas de la selección española en el Mundial, parece que la gimnasia española vuelve con mucha fuerza...

„Creo que sí. Después de los Juegos de Atlanta en 1996 bajamos mucho en el ámbito internacional. Hubo un vacío federativo muy importante y ha costado resurgir. Ana Baranova y Sara Bayón [las entrenadoras nacionales] están haciendo un trabajo muy bueno. Ojalá que en los Juegos de Río de 2016 nos den una nueva alegría y nos llevemos otra medalla. De momento están en el camino. Las gimnastas deben tener mucha motivación para ello y que el equipo sea un bloque.

„¿Se esperaba el fiasco de la candidatura de Madrid 2020 para organizar los Juegos?

„Nos habían convencido de que íbamos a ganar y entonces el palo ha sido mayor por esto. Teníamos la convicción de que esta vez lo lográbamos, pero creo que el país está en unas condiciones en las que tenemos que preocuparnos por muchas cosas antes que en organizar unos Juegos. Para el deporte es una pena porque las Olimpiadas habrían sido un incentivo para que las disciplinas minoritarias consiguiéramos muchas más subvenciones para trabajar. Pero estábamos pensando en los Juegos cuando tenemos deportistas que se tienen que pagar los desplazamientos para los campeonatos.

„¿Se cree al ministro José Ignacio Wert cuando dice que no bajará las ayudas al deporte?

„Ojalá no bajaran. Pero creo que la no elección de Madrid nos perjudicará.