Tocaba corretear por el prado sintético en vez de sostener pancartas en las que se pudieran leer lemas del tipo «Volem camp de gespa ja!», mensaje que hicieron visible un 4 de diciembre de 2003 los jugadores más jóvenes de la Associació Esportiva Santa Gertrudis. Entonces, hace casi una década, comenzó una lucha que quedó oficialmente concluida ayer. La de contar con césped artificial en el campo municipal de Fruitera, la última población pitiusa (con entidad balompédica) en disponer de una instalación de pasto. A pocas semanas para que arranque el fútbol base, la 2013/2014 pasará a la historia por ser la primera campaña sin partidos sobre rectángulos de tierra.

«La espera ha sido dura, pero los chicos están más que contentos. Comenzaron a entrenar el pasado lunes y ya están deseando poder jugar partidos sobre césped. ¿La segunda fase de la obra? Primero, disfrutemos del campo nuevo, que es lo importante. No tenemos prisa, sabemos que el Ayuntamiento hace todo lo posible para que la instalación quede completa cuanto antes». Así se expresaba, con evidente alegría, Tomás París. El presidente de la AE Santa Gertrudis no se podía perder el bautizo de un equipamiento largamente reclamado.

De momento, la zona polideportiva -que también incluye dos pistas donde entrenarán los alumnos del Club Tennis Santa Gertrudis y una cancha descubierta y polivalente en la que se podrán practicar balonmano, voleibol o baloncesto- se podrá utilizar tirando de vestuarios provisionales. Los definitivos, que sustituirán a los módulos prefabricados que se han instalado en el recinto, formarán parte de un edificio de dos pisos y 1.500 metros cuadrados, que también dispondrá de otras áreas comunes. Cuatro pistas de pádel completarán la zona.

Sin partida asegurada para 2014

Vicent Marí, alcalde del municipio santaeulaliense, conversó con muchos de los dos centenares de vecinos que se reunieron para vivir de primera mano la inauguración, y no eludió mirar hacia el futuro: «Llegar al día de hoy [por ayer] ha sido un camino largo. Tenemos un borrador hecho sobre la segunda fase del proyecto que vamos a estudiar y, si es conveniente, revisar. No puedo asegurar que haya una partida para que las obras comiencen en 2014, pero sí que se va a invertir en rematar algunos detalles de lo que ya se ha construido».

El primer edil santaeulaliense, que descorrió la placa conmemorativa junto a Vicent Serra, presidente del Consell, y a Rafael García Vila, director insular del Estado, se acordó de que «en 2007 el campo iba a levantarse al otro lado de la carretera de Sant Miquel, partiendo a Santa Gertrudis en dos». Ahí comenzó la dilatada senda a la que hizo referencia Marí. El Consistorio adquirió los terrenos actuales, junto a la piscina.

Tras ese primer trámite, hubo que esperar a la aprobación de las normas subsidiarias, lo que retrasó el inicio de los trabajos, programados para 2011.

Las máquinas se pusieron a transformar el antiguo campo de naranjos en campo de fútbol en abril de 2012, cuatro meses después de lo previsto. Tras paralizarse en junio de ese año por el hallazgo de unos restos arqueológicos, el césped artificial se instaló en octubre. Faltaban los últimos detalles (más vestuarios, vallado y retirada de la tierra de obra), flecos que han demorado la apertura del recinto casi once meses, impidiendo que se usara «antes de que acabara 2012», como prometió el Ayuntamiento.