­Ana Ferrer Prohías (Ibiza, 31 de marzo de 1990) llega a la sede de Diario de Ibiza sonriente y derrochando simpatía. Con la misma alegría juega al balonmano desde que era muy pequeña y ahora disfruta de la experiencia de hacerlo en la División de Honor. Compite con el Alcobendas madrileño, en el que se ha convertido en la capitana del equipo y en uno de los estandartes. Ya piensa en superar los logros de la temporada 2012-13, en la que brilló en el apartado colectivo y en el individual (quedándose cerca del centenar de goles marcados).

—¿Qué balance hace de su última campaña en Alcobendas?

—Estoy muy contenta, pero creo que podemos dar más. Nos clasificamos para la Copa de la Reina y acabamos entre las cuatro primeras de la Liga, que eran nuestros propósitos principales. Pero tenemos una espina clavada con la Copa de la Reina, porque caímos en cuartos de final ante Guardés. El rival era muy bueno, pero perdimos sin haber estado a nuestro nivel. Hay que volver a clasificarse como sea para jugar el torneo copero y debemos intentar estar entre las mejores en el campeonato liguero [en el que fueron cuartas el curso pasado].

—¿Le hace ilusión volver a jugar competición europea?

—Muchísima. El año pasado nos teníamos que enfrentar a un equipo italiano en primera ronda, pero no la jugamos porque se retiraron en el último momento. Pasamos directamente y luego nos tocó el mejor conjunto danés, que es otro mundo, y nos eliminaron. La experiencia estuvo bien, pero nos gustaría tener un partido competitivo. A ver si tenemos suerte esta temporada.

—En la web de su club la definen como una jugadora importante para el equipo. ¿Se siente así?

—La verdad es que sí. A mí y alguna otra compañera nos han dado muchísima responsabilidad este año. He jugando prácticamente los 60 minutos en cada partido ya que se lesionó la chica que actúa en mi posición. El entrenador ha confiado en mí y he mejorado mucho, pero pienso seguir haciéndolo en la nueva temporada 2013-14.

—¿Cómo se encuentra como capitana del conjunto madrileño?

—Bien. Implica estar pendiente de las cosas que pasan en la pista y también fuera de ella. Al tener tanta responsabilidad, yo me exijo más a mí misma.

—¿Tan a gusto se siente en su actual club como para rechazar las ofertas que sigue recibiendo?

—Estoy mejor que bien. No me planteo moverme de allí.

—¿Pero no le pica el gusanillo de marcharse a un conjunto quizás con más opciones de ganar títulos?

—La verdad es que no porque me gusta divertirme jugando, y en el Alcobendas puedo hacerlo. Es un club en el que se da mucha importancia al estado anímico de las jugadoras y eso es fundamental para mí.

Intentamos ser una familia y hacemos mucha piña. Eso no lo encuentras en otros sitios. Por lo menos de la misma manera.

—¿Qué la ha parecido la desaparación del Atlético de Madrid masculino?

—Ha sido un palo muy grande. Al Alcobendas le hace perder a una jugadora muy buena, Charlene Rus, que es novia de Xavier Barrachet, exjugador del Atlético. Se van los dos a Francia. Me pone de los nervios que se estén fichando jugadores para el equipo de fútbol, que cuestan mucho dinero, y que no se haga nada con el conjunto de balonmano, que debe un millón de euros. Pero esto es España, en donde el fútbol está por encima del resto. Es lamentable.

—¿En que situación se encuentra el balonmano femenino español de élite?

—También se nota la crisis. Los clubes tienen dificultades para encontrar patrocinadores, aunque en el Alcobendas estamos bastante bien. El nivel de la Liga ya bajó mucho el año pasado y creo que este se mantendrá igual.

—Parece que Eivissa, el balonmano vuelve a coger impulso con la participación del Puchi y del HC Eivissa en competiciones nacionales...

—No solo en las Pitiusas sino en Balears, porque el otro día recibí la noticia de que estaban fomentando el balonmano en Menorca. Me gustaría que los clubes ibicencos tuviesen competencia a nivel autonómico. Estoy encantada con lo de Menorca y también tras saber que el Puchi jugará en Plata -femenina- y el Eivissa volverá a Primera -masculina-. Es muy importante que hayan decidido participar porque así les permitirá competir en Ligas realmente buenas y exigentes. Espero que esto les sirva de motivación. Les deseo lo mejor a los dos.

—¿Echará de menos volver a jugar en el Puchi?

—Sí porque siempre va a ser mi equipo, pero en Alcobendas lo tengo todo. Me encantaría volver a jugar algún día en el Puchi. Creo el equipo será capaz de manternerse en la División de Honor Plata y lo deseo con todas mis fuerzas.

—Tengo entendido que es usted aficionada al golf...

—Me gustaría probar todos los deportes [risas]. He tenido la suerte de que un amigo [el golfista profesional Marcos Juan] me invitara a jugar. Pensaba que no le iba a dar a la bola, pero teniendo el entrenador que tuve es complicado fallar. Me lo pasé mucho mejor de lo que esperaba y me encantaría repetirlo alguna vez. De todas formas, no cambiaré el balonmano por el golf.