La Liga española, aplazada al menos una semana la fiesta azulgrana, hierve por la zona baja, mientras Barcelona y Real Madrid observan el torneo liguero como una cuestión secundaria, que les sirve para rotar a sus figuras, la segunda mitad de la clasificación ofrece una lucha sin cuartel.

El Barcelona no se lamenta del empate en Bilbao (2-2) que retrasa el alirón, sino que festeja la recuperación de Leo Messi. Al Real Madrid le preocupa más la cita del martes, contra el Borussia Dortmund, que ganar en el Calderón con un equipo plagado de suplentes (1-2) y el Atlético se pregunta qué tendrá que hacer en la final de Copa para cambiar la racha más negra de su historia ante el máximo rival.

Ahora, mirando a Europa, y sonrojados aún por sus respectivas visitas a Múnich y a Dortmund, se amparan en la épica y en noches mágicas para revertir la situación y llegar a tiempo a la final de Wembley.

Misión casi imposible para azulgranas y madridistas que, a pesar de encontrarse al borde de la eliminación, pretenden evitar la final alemana que se vislumbra para el 25 de mayo.

El Barcelona y el Real Madrid se estimulan aferrados al orgullo. A remontadas históricas a las que han asistido con protagonismo.

El gol marcado por Cristiano Ronaldo entreabre las opciones del conjunto de Jose Mourinho, que apeló al Santiago Bernabéu para enderezar el mal hacer en Dortmund (4-1).

Antecedentes como el del Derby County en la Copa de Europa, donde remontó el mismo resultado, en la década de los 70. Igual que la ocasión ante el Celtic, en los cuartos de final de 1979/80: perdió en la ida 2-0 y ganó en la vuelta 3-0; o la del Estrella Roja en la campaña 1986/87, tras perder 4-2 en Belgrado y llevarse el cruce con el 2-0 en Madrid.

Sin embargo, las actuaciones más memorables fueron en la Copa de la UEFA, con remontadas ante el Rijeka, el Anderlecht, dos veces frente el Inter de Milán o ante el Borussia Mönchengladbach.

El Barcelona, igualmente, tiene situaciones en las que ampararse. Como la de la Recopa del año 1978-79 ante el Anderlecht tras perder 3-0 en Bruselas y que solventó con los penaltis y, especialmente, en la Copa de Europa, ante el Goteborg, con un triplete de Pichi Alonso.

Más recientes, en la Liga de Campeones, el Barcelona enmendó dos 3-1 (en la 1993/94 y la 1999/2000 frente al Dinamo Kiev y Chelsea respectivamente; el primero con 4-1 y el segundo tras el 5-1 en la prórroga). Incluso, este año, goleó al Milan en el Camp Nou, después de perder 2-0 en el Giusseppe Meazza.

Arde la lucha por el descenso

En la Liga, mientras tanto, hierve por la zona baja, tras los triunfos a domicilio de Celta y Granada, que unidos al del Zaragoza como local sobre el Mallorca convierten el descenso en un jeroglífico.

Y es que, al contrario que en otras campañas, el tramo final del campeonato se afronta sin equipos desahuciados, lo que convierte las últimas cinco jornadas en un ejercicio de supervivencia. A la hora de hacer pronósticos, ya no sirve ni la posición en la tabla ni la condición de local.

Lo comprobó el Rayo el viernes, que se encontró con un duro Osasuna, contra el que sufrió para arrancarle un empate en Vallecas (2-2).

Y lo han sufrido el Levante y el Espanyol, sorprendidos en su propio terreno por el Celta y el Granada.

En el Ciudad de Valencia, el equipo vigués aprovechó el desconcierto del Levante, un conjunto que tras tocar el cielo en su primera participación europea se ha quedado sin objetivos. Marcó el argentino Augusto Fernández, un volante reconvertido en goleador que dio al equipo de Abel tres puntos vitales.

Más sorprendente aún fue el triunfo del Granada en Cornellá. El Espanyol de Javier Aguirre llevaba cinco jornadas consecutivas invicto. El Granada de Lucas Alcaraz, nueve sin ganar. Ambos se cruzaron el domingo por la mañana y salió vencedor el equipo andaluz, gracias a un tanto del exbarcelonista Nolito.

El único choque directo entre conjuntos implicados en el descenso ofreció quizá el mejor partido. Un encuentro de alternativas entre dos equipos con el agua al cuello que resolvió Rochina, en el minuto 88, para el Zaragoza (3-2).

Estos resultados obligan al Deportivo a puntuar frente al Betis, en el partido que mañana cierra la jornada, si no quiere volver a verse envuelto en problemas.

En la parte noble de la tabla, la cuarta plaza es el objeto de deseo. La Real Sociedad dio un paso al frente con su victoria sobre el Valencia en Anoeta (4-2), que deja a los primeros con cinco puntos de ventaja sobre el equipo de Ernesto Valverde y del Málaga, que reavivó sus esperanzas con una victoria (2-1) que fija al Getafe en la zona media.

Tiene mérito el conjunto que Manuel Pellegrini, que no ha bajado los brazos, pese a su polémica salida de la Champions League y a que está en manos de un recurso ante el Tribunal de Arbitraje deportivo para poder competir en Europa el próximo curso.

Por el ecuador de la clasificación, sin demasiados apuros ni alicientes claros, también transitan el Valladolid y el Sevilla que se anularon en Zorilla (1-1).

La trigésima tercera fecha dejó prácticamente establecidos los tres primeros puestos, pero ni eso despierta excesiva emoción.