El Consell de Eivissa, del que depende el deporte escolar, quiere cambiar el fútbol de base convirtiéndolo en un deporte más ético, en el que primen los valores del juego limpio, la deportividad y el desarrollo personal de los jóvenes futbolistas por encima de la competitividad. Ya ha mantenido cuatro reuniones con los clubes ibicencos y los responsables de la delegación insular para poner en marcha una batería de medidas encaminadas a «mejorar ciertas conductas incívicas» y «ofrecer las mismas oportunidades a los deportistas del fútbol base», según figura en el borrador de acuerdo propuesto, al que ha tenido acceso Diario de Ibiza.

Por el momento, la máxima institución ibicenca quiere actuar en las categorías de prebenjamín, benjamín y alevín, en las que considera que es clave un cambio de rumbo.

La principal actuación es variar el reglamento. Se pretende que todos los futbolistas de los equipos jueguen, como mínimo, dos cuartos en cada partido, priorizando «la participación y la formación frente a la competición», según el documento enviado a los clubes. En la actualidad, de los cuatro periodos que dura un encuentro se establece que todos los futbolistas disputen al menos uno. Sin embargo, se han detectado casos de entrenadores que incumplen esta norma, recurriendo a trampas para que en el campo estén sus mejores futbolistas el mayor tiempo posible.

Además, se quiere que en las categorías mencionadas anteriormente exista la posibilidad de inscribir a los conjuntos en dos niveles, «uno más competitivo y otro menos», dejando la decisión en manos de las propias entidades. De esta manera lo que se desea evitar es la gran diferencia que existe entre los equipos de primer y segundo año, especialmente en los Torneos de Clasifación previos a las Ligas.

También se pretende acabar con los abultados marcadores que se registran en los partidos de los campeonatos de base. Para ello, no se contabilizarían los goles, sino que el resultado se establecería en función de los cuartos ganados por cada escuadra. En caso de empate, sí que se acudiría a los tantos marcados para determinar el ganador del partido.

Además, también se busca eliminar las clasificaciones de goleadores que existen actualmente; y que la diferencia de goles no sea el baremo empleado para decidir el campeón de una competición cuando existe un empate entre conjuntos. Se barajan otros criterios como el de la deportividad, por ejemplo.

Nuevo código deportivo

La intención es que el fútbol sea el que arranque la aplicación del código ético elaborado por el Consell Insular. Además, en la conselleria de Deportes se considera que es en el mundo del balompié donde hay que cambiar más hábitos en todos sus actores implicados: jugadores, entrenadores, árbitros y aficionados (especialmente padres).

Por eso, se quiere que las entidades deportivas se comprometan a aplicar estas normas, recogidas en el plan estratégico deportivo 2012-16 elaborado por la máxima institución ibicenca.

Otro de los puntos del acuerdo que se desea firmar es que los clubes se adhieran a un pacto de no agresión entre ellos (para por ejemplo no quitarse jugadores, desmantelando equipos completos, como ha sucedido ya en varias ocasiones).

Por otra parte, se persigue reforzar la figura del árbitro, con la presencia en los partidos de delegados federativos que levanten acta de los comportamientos observados en los terrenos de juego.

En el Consell han dado de plazo hasta este jueves para que los clubes decidan si apoyan o no las medidas que se quieren aprobar. Según ha podido saber esta redacción, se informará a todos ellos de que los que no las acepten no recibirán las pertinentes ayudas del deporte escolar que se pactan cada temporada.

Por el momento, la mayoría son proclives. La Federación Balear también las ve positivas y, por ende, la delegación.