Ernesto Espinosa se está convirtiendo esta temporada en un referente para el Gasifred de Tercera División. En las siete jornadas disputadas, el ala-cierre leonés ha marcado 17 goles, como reconoció ayer, «nunca» había llegado a esa cifra en tan pocos encuentros. Además, apuntó que su entrenador, Carlos Gómez, le está haciendo jugar «los 40 minutos». «El nivel ha bajado y cualquier persona lo puede aguantar. A eso añádele que me están entrando los balones y físicamente estoy bien», apostilló.

A sus 31 años está demostrando que todavía tiene cuerda para rato. Por eso mismo no se esconde al decir que vive su «segunda juventud», indicó el de Sabero, quien agregó que se ve «hasta rápido».

A pesar de todo, el jugador del plantel de Vila recuerda con nostalgia las jornadas en la Segunda División. «Juanan [el portero] y yo lo hablamos cada semana. Pudiendo estar en otro lado, estamos aquí. Estamos bien por la familia y porque viajamos el mismo día, pero a nivel deportivo se echa de menos la alta competición. Juego porque me entretengo y quiero ayudar a Carlos y a Vicent, pero sin desprestigiar la Tercera División. Ahora entrenamos tres días y antes eran casi todos por lo que la exigencia no es la misma», argumentó.

Ernesto desea que, en caso de que consigan el ascenso a nivel deportivo, «alguna empresa» apueste por el fútbol sala en la isla para que vuelvan a competir en el segundo escalón de este deporte a nivel nacional. «Deben inventar algo para salir de esta categoría», opinó.

La primera posición que da acceso al ascenso directo es ahora del Incacolor. En la actualidad Espinosa ve «complicado» que el cuadro mallorquín pierda, a no ser «que Isleño o Formentera nos echen una manita y les ganen», resaltó. En cuanto al Gasifred le toca «ganar cada partido y esperar a que pinchen ellos», dijo el ala-cierre, quien consideró que «hay que ir paso a paso y ver qué pasa con el Inca», concluyó.