Los altercados sucedidos el pasado sábado a la conclusión del encuentro de la Copa Federación juvenil entre la Peña B y el Sant Rafel siguen trayendo cola. El club peñista ha actuado de manera diligente para esclarecer los hechos e identificar a los presuntos agresores de Mustapha Benayat, padre del colegiado Mohamed Benayat.

De esta manera, el colegio de árbitros de las Pitiusas queda «más que satisfecho» para no tener que tomar medidas drásticas hacia la entidad peñista. «Por nuestra parte el asunto queda zanjada, ya que han identificado a la gente que pudo ser la agresora y ahora tiene que ser la justicia la que dicte sentencia. Ojalá todos los clubes actuaran igual», declaró ayer el delegado de los colegiados, Gregorio Toledo, después de mantener una larga conversación con Juan Marí, Dalias, presidente de la Peña.

El máximo mandatario de la formación santaeulaliense comunicó ayer que hoy mandarán un comunicado en el que explicarán «la verdad». «Lástima que no tengamos cámaras en el campo. Creo que las vamos a poner porque así las cosas no se malinterpretan. Una cosa es agredir, otra es empujar y las razones por las que se haya producido los empellones», señaló.

Según Dalias, en la trifulca había «un montón de aficionados» , con los que se reunieron ayer por la tarde. «Hemos hablado con 10 o 12 testigos y coinciden en todo», indicó. A su vez, resaltó que la versión que dio el colegiado no es cierta. «Si hay que ir al juez, se va. No es cierto que le dieran una paliza. Está muy mal dicho por parte del Diario y su noticia de hoy [por ayer]. Nadie dio ninguna paliza a nadie. Nadie sabía quién era ese señor [el padre del colegiado] cuando se acercó al túnel», aseveró.

Mustapha Benayat, dolorido

El progenitor del trencilla está convaleciente en su domicilio y, según explicó su hijo, le cuesta «mucho» moverse, ya que está dolorido por las contusiones que tiene en las costillas. «No puede cargar con la compra y le cuesta subir las escaleras de casa porque vivimos en un cuarto sin ascensor», indicó Mohamed, quien también comentó que ya hay una denuncia por estos hechos ante la Guardia Civil de Santa Eulària.

Aunque todavía no se ha esclarecido todo lo sucedido, es más que probable que este asunto acabe en el juzgado y sea un juez quien dictamine las medidas a tomar.