Ana Ferrer Prohías (Ibiza, 31 de marzo de 1990) cumplirá la quinta temporada consecutiva en el Balonmano Alcobendas de la División de Honor, la máxima categoría nacional femenina. La ibicenca llegó al club madrileño cuando solo tenía 18 años y ahora se ha consolidado como una jugadora importante de la plantilla. Ha rechazado ofertas para irse incluso a jugar al extranjero porque prefiere la estabilidad que le ofrece Alcobendas. Cuando habla de balonmano sonríe y se le iluminan los ojos. Se nota que este deporte es su gran pasión.

—Ninguna jugadora ibicenca puede presumir de llevar tanto tiempo con la élite como usted. ¿Se siente orgullosa?

—Sí. He tenido la suerte de poder vivirlo y sobre todo disfrutarlo, que es lo que estoy haciendo. Llevo ya varios años.

—¿Por qué decidió renovar con el Alcobendas?

—Estoy muy a gusto en el club, con las compañeras y el entrenador. Somos todos como una gran familia. A pesar de que las cosas, económicamente hablando, no estén muy bien en ningún sitio, hay muchos otros aspectos que lo compensan.

—Al parecer ha rechazado muchas ofertas para dejar el Alcobendas y marcharse a otros equipos...

—Alguna que otra. Pero son cosas que no me gusta comentar porque estoy muy a gusto en Alcobendas. Ni siquiera me planteo irme a otro sitio.

—Nos han dicho que la han tanteado clubes de Francia, Rumanía... ¿Qué hay de cierto en esto?

—Sí, hay algo de verdad. Pero, de momento, no me voy a mover de Alcobendas. En el día a día soy feliz. Además, estoy estudiando y quiero sacarme la carrera.

—La temporada pasada acabaron en una inesperada cuarta posición en Liga. ¿Cuál fue la clave?

—Fue espectacular y no hay palabras para definirlo. Pensábamos que íbamos a jugar por el descenso y de repente las cosas empezaron a salir. Nos fuimos poniendo cada vez objetivos más difíciles hasta conseguir ser cuartas. Este año empezaremos con más ganas que nunca. Hay bajas y también hay alguna alta. Formaremos de nuevo el equipo y a trabajar desde el primer día.

—¿Se puede repetir el éxito del curso anterior?

—Nada es imposible. Todos los equipos van a tener muchas bajas esta temporada y la Liga va a estar muy igualada. Puede pasar cualquier cosa en todos los partidos y el equipo que sea más constante será el que esté por arriba. A priori, Bera Bera va a ser el bloque a batir y el resto, más o menos, vamos a estar casi todos en un pañuelo.

—¿Coloca a Bera Bera por encima de Itxako, actual campeón?

—Claro que Itxako va a seguir siendo un equipo competitivo, con muchas jugadoras importantes, pero se le han marchado otras que eran claves. Creo que Bera Bera estará por encima y se llevará la palma.

—¿Tiene en mente competir algún día con la selección española absoluta, después de haber sido internacional ya en promesas, juvenil y júnior?

—Siempre es un sueño de toda jugadora de balonmano llegar a la absoluta porque debe ser impresionante. Pero no es algo que me plantee en el día a día. Me concentro en mejorar en cada entreno y ganar cada partido. Pienso que en el mundo del deporte se vive al día. Pero está claro que con trabajo e ilusión se puede conseguir cualquier cosa, también ser internacional absoluta. Pero ya se verá.

—¿Cómo ha evolucionado como jugadora desde que está en Alcobendas?

—Me fui con 18 años y quieras o no aprendes muchas cosas tanto dentro como fuera de la pista. Siempre he dicho que el balonmano me ha transmitido muchos valores y me ha formado como persona. Por ejemplo, en el día a día de mi formación académica soy muy constante porque eso me lo ha enseñado el deporte. He aprendido muchas cosas con el balonmano y es una disciplina que me encanta.

—¿Cómo ve el balonmano ibicenco y sobre todo al que fue su club, el Puig d´en Valls?

—Estoy muy contenta con cómo están haciendo las cosas. El Puig d´en Valls está haciendo un trabajo importante. Me emociona que la familia del Puchi crezca año tras año. No son solo palabras, se están viendo resultados. Cuando me entero de alguno de sus logros me emociona mucho. Las caras de alegría de las niñas me transmiten todo y más porque me recuerdan muchos de los momentos que viví en la entidad.

—Recientemente han conseguido un éxito con el equipo infantil, que fue subcampeón de España. ¿Usted fue parte del equipo que ganó el Nacional juvenil en el año 2008?

—Sí. En juveniles fuimos campeonas y en cadetes segundas. Han sido resultados muy buenos pero que se explican por un aspecto que caracteriza al Puig d´en Valls: hay una unión sobrenatural. Es alucinante. Toda la entidad apoya a cada uno de los equipos. El más pequeño se vuelve loco con el más grande, y viceversa. Eso no pasa en ningún sitio.

—¿Cómo lo lleva en el aspecto académico?

—Estoy muy contenta, estudiando INEF (Educación Física) y pensando todo el día en el deporte. Tengo muchas ganas de empezar con todas las actividades que hacemos, la verdad. Al final del día es cansado, pero recompensa.