­Para un primerizo hubiera sido un trago amargo, pero Felipe Vivancos ya está curado de espantos. Para el vallista ibicenco, once veces campeón de España de 110 y 60 metros vallas y olímpico en Atenas ´04, recibir la citación para acudir a un Europeo al que tiene previsto renunciar por problemas físicos es solo un contratiempo más dentro de doce meses para olvidar. La inflamación que padece en los tendones de su pierna derecha, la misma en la que se rompió el isquiotibial durante el verano de 2011, le tiene parado y en manos de los fisios desde hace una semana, motivo que le lleva a descartar su participación en el evento continental que comienza en Helsinki el próximo día 27.

«Me he llevado muchos palos en este deporte, desafortunadamente. Lo que quiero es recuperarme de una vez para poder atacar la mínima de los Juegos, a ver si se puede conseguir», declaró ayer el corredor del CA Pitiús. El pasado 12 de junio, Salamanca se unió a la lista negra de ciudades en las que sus músculos han dicho basta. Ya le pasó la pasada temporada en Turín (Italia), otro lugar maldito para el ibicenco. En la ciudad charra se disponía a bajar de 14 segundos por primera vez en el curso, pero en el calentamiento su extremidad diestra, con la que pasa el obstáculo, no era capaz de funcionar sin dolor.

Vuelta a empezar para un Vivancos que se ve fuera de los Europeos «al 99 por ciento» y que no consigue ni tan solo vislumbrar su mejor forma en la campaña más cargada que se recuerda al coincidir la cita continental con las Olimpiadas londinenses. La fecha límite para llegar a la mínima olímpica (13´´60) es el 8 de julio, plazo mucho más corto de lo que al vilero le gustaría, incapaz como se ve ahora de enlazar dos carreras seguidas. Si no acude a Londres, hacer un buen nacional en agosto sería la manera de salvar la temporada.