«El destino nos ha jugado una mala pasada. Es difícil que con 72 puntos un equipo no juegue el play-off, pero bueno. De todas maneras, esos puntos no son nada con el cariño que he recibido aquí y con los amigos que he dejado en este club. Por lo tanto, yo siempre seré un blue». Con estas palabras Mario Ormaechea agradeció el calor que ha recibido en el Sant Rafel, en el que ha estado seis temporadas y la progresión ha sido continua. De Regional a ascender a Tercera, categoría en la que ha firmado la mejor campaña de su historia y se ha convertido en un club respetado.

Por todo eso y más, el club quiso agradecer a Ormaechea, a sus jugadores –que han creído en él fielmente– y a todo el cuerpo técnico, su esfuerzo y dedicación por los colores del Sant Rafel.

Micrófono en mano, al más puro estilo de las presentaciones de la NBA, el presidente de la entidad de Sant Antoni, Bernat Bonet, fue nombrando uno a uno a los integrantes del plantel, a los que vitorearon los incondicionales que no abandonaron las gradas del campo, unos 200 aproximadamente.

También desfilaron todos los integrantes del cuerpo técnico, pero el último en hacerlo fue Ormaechea, que dijo adiós para recalar en la Peña Deportiva. El presidente rafeler, amigo personal del preparador catalán, se emocionó y tuvo dificultades para explicar lo que ha supuesto el preparador catalán para el club. De él dijo que como entrenador es «insaciable» y como persona «único». Palabras que quedaron grabadas en una placa que recibió el técnico de manos de Bonet. Luego los dos se fundieron en un emotivo abrazo.

Después la plantilla también quisieron agradecer el trabajo y el esfuerzo del utillero del equipo, José María Moreno Aguado, al que los jugadores mantearon, regalaron una placa y tuvieron un detalle con él y su mujer. Además, Carolina Gregori Marí, esposa de Ormaechea, recibió un ramo de flores de parte del club.

El punto final fue el pasillo que le hicieron los jugadores de la cantera a toda la plantilla de los de Sant Antoni, con una afición completamente entregada a un equipo con el que se han identificado mucho.

Incluso, antes de iniciarse el encuentro se homenajeó al delegado del Sant Rafel, José Romero, que deja su puesto tras muchos años de dedicación.

Nadie se quiso perder un partido marcado en rojo en el calendario del club. Hubo llenazo total en las gradas, en las que no faltaron autoridades como el presidente del Consell de Eivissa, Vicent Serra, la alcaldesa de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, o el conseller de Deportes de Vila, Rafa Triguero.

El final no fue el deseado, pero el Sant Rafel volverá a intentarlo la temporada que viene.