Los jugadores del Sant Rafel siguen empeñados en llevarle la contraria a su entrenador, Mario Ormaechea. El técnico parece que es el único que no cree que su equipo puede jugar el play-off de ascenso a Segunda B, al menos de puertas para afuera. Sus jugadores, sin embargo, no pierden la fe y con la goleada al Alaior (0-4) se colocan a un punto del cuarto clasificado, el Montuïri.

Los pitiusos acudían diezmados por las bajas, pero el colista no fue rival para un bloque rafeler que se crece en las adversidades. Los menorquines fueron incapaces de llevar peligro al portal pitiuso en los 90 minutos y son candidatos claros a descender.

El primer tiempo ya dictó sentencia con el 0-3, con dos goles de Piquero en un intervalo de dos minutos, y el tercero, al filo del intermedio, obra de Pepe Grimaldo. En los últimos instantes de encuentro, Iván cerró la goleada con el cuarto gol.

Visto lo visto ayer, al Alaior se le harán largas las cinco últimas jornadas que le restan para finalizar el campeonato.

El Sant Rafael, en su visita al colista de la clasificación, desde el primer instante salió a por todas. En el minuto 2, Iván ya tuvo en sus botas el primero de la tarde pero Biel Moll lo abortó. Los hombres de David Moreno eran incapaces de crear peligro ante el marco defendido por Seral. Entre el minuto 17 y 19, Piquero sentenció el choque. El 0-1, rematando de cabeza una falta lateral y el segundo, desde el centro del campo sorprendiendo al portero local.

El doble mazazo dejó ´K.O.´ al conjunto local y vislumbró la goleada pitiuso. Moreno trató de poner remedio al desaguisado de su equipo y, pasada la media hora, realizó dos sustituciones. Entraron Basili y Tomé, por Calzada y Pere. Los visitantes seguían ejerciendo su total dominio y en el minuto 44, Pepe, de libre directo, establecía el 0-3. El segundo tiempo sobraba.

En la segunda mitad el argumento fue el mismo que en el primer acto, con los pitiusos gobernando el encuentro a su antojo. Sin embargo, los sanantonienses no quisieron hacer sangre, aunque Iván Guzmán, a falta de cinco minutos para acabar, puso el cuarto para los blues.

Vicent volvió a jugar después de seis meses sin hacerlo por una grave lesión.