­­Diplomado en empresariales, con un pasado futbolístico en la cantera del Celta y dos décadas entrenando equipos de fútbol sala. En su primera entrevista con un medio gráfico desde que llegó a las Pitiüses, Julio Mougán (5 de febrero de 1973) desmiente el mito y habla claro sobre el arranque de su ciclo en el Gasifred, pese a ser gallego.

—¿Qué se le ha perdido a un gallego en una isla como Ibiza?

—Después de cuatro temporadas muy buenas en Lanzarote, un día sonó el teléfono de mi representante y me explicó que el Gasifred estaba interesado en contar con mis servicios.

—¿Qué le convenció?

—El paralelismo en la manera de trabajar de las dos entidades. Sé que el Ciutat d´Eivissa elabora un presupuesto ajustado a la realidad, cosa que no ocurre con muchos clubes de Primera y Segunda, que arrastran denuncias de jugadores y de agencias de viajes.

—Después de cuatro semanas en las Pitiüses, ¿cambiaría algo de lo vivido?

—No soy una persona que mira hacia atrás. Uno de los objetivos para los que se me ha traído se está cumpliendo, que no es otro que la cohesión del grupo de trabajo.

—Es usted un entrenador que busca proyectos a medio-largo plazo. ¿Dónde está el futuro del Gasifred?

—El futuro pasa por la palabra profesionalización. Tenemos buena infraestructura y un muy buen material humano. Esta temporada es una etapa de transición para el club. El objetivo primordial es que el primer equipo se mantenga en Segunda División. A largo plazo, hay que mirarse en el espejo del Fisiomedia Manacor. El Gasifred tiene mimbres para ser una referencia.

—Después de cuatro partidos de preparación, ¿qué sensaciones le produce el juego del equipo?

—Me hubiera gustado haberle plantado más cara el sábado al Manacor, pero no gozamos de la finalización que deberíamos tener. Eso sí, empiezo a ver las señas de identidad que queremos encontrar: agresividad, implicación y circulación de la pelota.

—¿Qué impresión le dejan los cuatro fichajes?

—El partido contra el Fisiomedia fue engañoso. Joan jugaba contra su exequipo y quizás estaba algo nervioso. Juanito hizo un esfuerzo enorme porque jugó con un proceso estomacal muy fuerte y eso le menguó. Sabemos que Dani Cabezón es un grandísimo portero, que solo debe centrarse un poco más en el día a día. De Dantas ya no nos sorprende nada. Viene de trabajar dos temporadas y media conmigo y está muy contrastado.

—¿Ha sido difícil cohesionar las ´viejas caras´ con los recién llegados?

—El bloque que ya existía es muy profesional y tiene experiencia. Con mi modelo tendrán que aportar alguna cosa nueva. El sentido colectivo va a ser muy importante.

—Llegar a un club nuevo y prescindir del portero y capitán no debe ser una decisión fácil...

—Las decisiones nunca son fáciles. Iván Martín ha sido y será seña y santo de este club. Era necesario hacer una pequeña transformación en el vestuario para contar con nuevos jugadores. Su baja es, simplemente, un tema deportivo y el tiempo dirá si nos hemos equivocado o no, no hay vuelta atrás. Me he sentado a hablar con Iván sobre el tema y lo ha entendido, es una persona noble, que siente los colores del Gasifred.

—¿Seguirá contando con él para las escuelas de base?

—Va a seguir con su trabajo en las pistas municipales de Figueretes. No podemos desaprovecharlo. La labor que hicieron Hugo Nava y él con la cantera es el punto de partida para el trabajo que realizaremos.

—¿Es utópico imaginar a un porcentaje importante de ibicencos en la primera plantilla del Gasifred dentro de unos cursos?

—No creo que sea utópico. El cambio consiste en apostar por la educación deportiva desde la base. En un plazo de cinco o seis años debe haber un ramillete de futbolistas locales de donde echar mano.

—¿Tarek y Nene tendrán opciones en Segunda?

—Mi compromiso es que tengan su oportunidad. Además, voy a estar muy pendiente del segundo equipo e intentar ir al mayor número de entrenamientos que pueda. Es importante devolver al filial a la Primera División B.

—¿Qué rutina de entrenamientos va a tener el Gasifred?

—Lo normal, cuando empiece la Liga, es que tengamos siete u ocho sesiones a la semana, con dos días de doble entrenamiento. Además, haremos un encuentro para repasar y analizar las características del equipo rival. Las cargas físicas irán bajando a medida que empiece la temporada.

—En la presentación del equipo había menos de cien personas en Sa Blanca Dona. ¿Qué falta para enganchar a la afición?

—Llevo muy poco tiempo aquí, pero es cierto que cuando visité el pabellón en febrero las gradas presentaban un aspecto un poco vacío. ¿Cómo se engancha a la afición? Creo que debemos ser más cercanos a todos los niveles. Las escuelas, donde los jugadores realizan un papel importante, es el sitio desde donde llegar a los aficionados. Hay que ´trabajar´ a la afición durante la semana. En Lanzarote metimos a 1.000 personas en un choque y fue impresionante.

En corto

Salario

¿Pierde dinero entrenando en Ibiza?

Al final, el dinero depende del nivel de vida que tengas en tu lugar de residencia. En Lanzarote puede que tuviera más complementos que aquí no tendré. En el Gasifred doy valor a formar parte de un proyecto a largo plazo. Puede ser un escalón para entrenar en Primera.

Vestuario

¿Un entrenador puede ser amigo de sus jugadores?

Cada uno tiene su rol, pero yo intento ser amigo del jugador dentro de la cancha. Fuera, debe ser él el que demande ciertas cosas. Yo siempre estoy abierto a sus problemas. Eso sí, no hay que mezclarse en la manera de ser de cada uno. El objetivo debe ser crear buen ambiente.