Sandra Ibáñez ha dejado atrás las dos lesiones graves de ligamentos cruzados que sufrió en las dos rodillas y que le llevaron a dejar de lado el judo a principios de 2009 cuando la judoca ibicenca estaba llevando una gran proyección en el panorama nacional. Ibáñez fue campeona y subcampeona estatal júnior y ha ganado medallas en los campeonatos de España dentro de las categorías inferiores, dos bronces en infantiles y otros dos en cadetes. Ibáñez, a sus 23 años, piensa que ha llegado el momento de regresar a la competición y está dispuesta a llegar a lo más alto en la categoría sénior de la mano del Club Sant Jordi, su club de toda la vida.

—Usted regresa a la competición con muchas ganas después de casi tres años de ausencia...

—Me da mucho respeto. Tengo una preparación física y una base. Empezaré a entrenar en septiembre y vamos a ver cómo me encuentro. Es una incógnita saber en qué estado tendré las rodillas en estos tres meses de preparación.

—¿Qué objetivos se marca en su vuelta a los tatamis?

—El principal motivo por el que vuelvo entrar en el mundo competitivo es volver a ganar. De todas formas, ahora no tengo prisas y este año me lo voy a tomar como de prueba para coger un buen estado de forma para afrontar con garantías los campeonatos que haga.

—El nivel que se va a encontrar es más exigente porque rivalizará con los mejores judocas nacionales en categorías sénior...

—Me enfrentaré a las rivales más fuertes de España. En mi peso de -70 kilos habrá gente importante como María Bernabéu, que fue mi rival en la final que perdí en el Nacional júnior 2007 cuando me lesioné en los ligamentos. También tendré a Cecilia Blanco, que ha sido olímpica. Pienso que serán las contrincantes más difíciles para tratar de lograr el título nacional en un futuro.

—¿Cuál será su primera competición?

—Primero participaré en el Campeonato de Balears a principios de 2012 y después realizaré la fase sector del Nacional contra las rivales de Catalunya, Valencia y Murcia, donde espero estar entre las tres primeras para acudir al Campeonato de España absoluto.

—¿Se ve preparada para competir a pleno rendimiento?

—El mayor problema que veo es saber si estoy preparada psicológicamente. Me da miedo entrar con las rodillas. Las lesiones graves que tuve es porque me hicieron malas entradas y me bloquearon las rodillas, partiéndome los ligamentos cruzados. Tengo que ir cogiendo confianza. Ahora estoy más a la defensiva y esta actitud la tengo que cambiar.

—¿Qué recuerdos guarda del mal trago que pasó con sus dos lesiones de ligamentos cruzados?

—Lo pasé muy mal. Me sentí muy sola en unos momentos que fueron muy difíciles de superar para mí. En las sesiones de recuperación, cuando corría, nadaba o hacía pesas, no tuve la compañía de nadie. Todo el mundo me preguntaba cómo estaba, pero nadie se preocupó en apoyarme o ayudarme. Los entrenadores, ni el día de la operación, no me llamaron para saber cómo había salido todo. El trato en el aspecto humano dejó mucho que desear.

—¿Tiene una ´espinita clavada´ por lo mal que lo pasó?

—Sí. De hecho, una vez que me recuperé de la rodilla, dejé el Centro de Alto Rendimiento (CAR). No quería saber nada de nadie que tuviera que ver con el judo, salvo Teo Blázquez. Sentí que me habían dado la espalda. Cuando estaba arriba todos se volcaban contigo y después parece que no existías. Llegaron a decirme que estaba para ir a las Olimpiadas, cuando entonces llevaba una progresión muy buena, pero cuando me lesioné se olvidaron de mí.

—¿Cómo se lleva una vida apartada del judo?

—Cuando decidí apartarme de judo no me costó nada porque tenía mucha rabia y estaba cansada de este deporte. Después empecé a tener el ´gusanillo´ e hice alguna competición dentro de lo que es mi actual trabajo de funcionaria.

—¿Podrá compaginar su trabajo con la competición?

—No tendré ningún problema. Pienso que podré adaptar bien mis horarios de entrenamientos y cuando tenga que salir a competir me darán permiso.

—¿Dónde tiene pensado entrenar?

—La idea es volver a entrenar en el CAR de Madrid o en el Centro de Tecnificación de la Federación Madrileña.

—¿Tiene ilusión por entrar en la selección español sénior en un futuro?

—Me gustaría mucho, pero no me quiero hacer ilusiones. Ahora lo que tengo que hacer es preocuparme por ponerme a mi mejor nivel y ver cómo responden mis rodillas.