Felipe Vivancos cuenta los días para enfundarse de nuevo en los colores blanco, azul y rojo del Club Atletisme Pitiús y volver a la competición tras los meses de parón entre la temporada invernal y el período estival. El vallista ibicenco intentará realizar una buena transición de los 60 a los 110 metros vallas, dos distancias «que son dos mundos diferentes».

«Parecen lo mismo, pero no lo son. La diferencia va más allá de correr al aire libre o en pista cubierta. En los 110, es muy importante dosificar. Si no, te quedas clavado en la séptima u octava valla y ya no avanzas», comenta el pitiuso desde su ´cuartel general´ de Madrid, donde afina su puesta a punto supervisado por el entrenador cubano Alexis Sánchez.

El antillano –«un perfeccionista de la técnica», como le define su pupilo– invirtió el invierno en mejorar el braceo del atleta de Vila, logrando que Vivancos cambiara el estilo y cerrara su mejor temporada bajo techo en varios años. Su victoria en el Campeonato de España y el cuarto puesto en el Europeo, donde casi alcanzó un bronce que hubiera sido histórico, así lo atestiguaron, confirmando que el insular se encuentra en plena madurez deportiva camino de los 31 años.

Sin problemas físicos serios

Con el único debe de algún problema en los isquiotibiales que le han impedido entrenarse algún día, Vivancos espera recoger en verano lo que plantó durante los meses de frío. El 2 de junio empezará a hacerlo en el Míting Iberoamericano de Huelva. Será la primera parada de un largo recorrido, que espera finalizar a principios de septiembre en el Mundial de Daegu (Corea del Sur).