Con la ayuda de una tabla y una cometa de kitesurf e impulsándose por el viento, el ibicenco David Alvelino tiene previsto cruzar desde Dénia a Sant Antoni el próximo miércoles. La salida la han fijado a las 9 horas desde la playa del Raset y el punto de llegada será la playa del Arenal, ya en la villa de Portmany. Se trata de una travesía de 58 millas náuticas, unos 120 kilómetros, con la que pretende «fomentar la práctica del kitesurf» y dar a conocer Eivissa y Formentera como dos lugares apropiados para desarrollar esta actividad náutica.

Alvelino tenía previsto realizar este reto hace siete días, aunque no se dieron las condiciones meteorológicas necesarias para llevarlo a cabo. Según los partes que maneja el kitesurfista pitiuso y su equipo técnico, la semana que viene sí que se reúnen los requisitos necesarios: «Tenemos que salir con vientos del Oeste-Noroeste. Para el miércoles hay una previsión de que soplarán con 18-20 nudos. Se podría hacer hasta con 12 ó 13 nudos, pero nunca con menos ni tampoco por encima de los 22. Si los partes son de intensidad muy baja no iremos a Dénia y retrasaremos la fecha hasta que nos sean favorables», declaró el deportista ibicenco.

El objetivo de Alvelino es completar el reto en menos de cuatro horas, con lo que conseguiría «batir el récord» del Bamboo Yachting, embarcación a vela que hace unos años culminó la Copa del Canal en 4 horas y 15 minutos. Para ello deberá marchar a una velocidad media de entre 15 ó 20 nudos, aproximadamente (unos 40 kilómetros por hora).

Uno de los inconvenientes que se puede encontrar Alvelino es sufrir problemas físicos, como «tirones y agarrotamientos». «Espero que las piernas no me fallen porque estar cuatro horas encima de la tabla en una misma posición resultará complicado», dijo. Pero lo que más le preocupa es que «falle el viento» en medio de la travesía, lo que puede dar al traste con el reto.

El kitesurfer pitiuso se ha estado preparando a conciencia y ha realizado entrenamientos «de dos horas» y con condiciones extremas, «con lluvia y vientos de hasta 25 nudos», para exigirse lo máximo y los resultados «han sido bastante positivos», explicó.

Durante el recorrido estará acompañado por dos embarcaciones, que serán las que lo guiarán y velarán en todo momento por su seguridad. Uno de estos barcos pertenece al Club Nàutic de Sant Antoni, que se encargará del apoyo logístico y que supervisará la llegada de Alvelino desde Dénia.

Otros retos en el futuro

Esta primera travesía significa, según Alvelino, el punto de partida hacia otros retos de similares características en el futuro. El deportista ibicenco tiene en mente navegar de Eivissa a Mallorca o incluso hasta Menorca a medio y largo plazo, pero primero quiere probar la experiencia haciéndolo entre Dénia y Sant Antoni. En verano tuvo que suspender esta travesía por falta de patrocinio. Ahora goza de una oportunidad.