Poco después de las cuatro de la tarde, Ibrahim Lagdhassi llega a la pista de atletismo de la Villa del Río con más pinta de ratón de biblioteca que de prometedor fondista. En cuanto se desprende de sus gafas y cambia la sudadera por el uniforme de la Escola Municipal d´Atletisme de Santa Eulària (Emase), sus fibradas piernas delatan su condición de corredor de larga distancia. Tiene 16 años y es juvenil, pero es un habitual en los puestos de honor de las pruebas pitiusas.

Con unos minutos de retraso respecto a su compañero, hace acto de presencia en el tartán Adrián Guirado. Su aspecto físico contrasta con el de Laghdassi. El arma de Guirado es un potente tren inferior, nada que ver con la espigada zancada del juvenil. Eso sí, este júnior de 18 años también se ha especializado en la resistencia.

Aunque todavía no rivalizan en la pista por competir en diferentes categorías, Guirado y Laghdassi, amigos más allá de la competición, saltarán el domingo al circuito menorquín de Son Parc con ganas de reeditar el título balear de cross que consiguieron en 2010, precisamente en Santa Eulària. «Habrá que salir a defender la corona como sea», se lanza el benjamín de la pareja, mientras que el ´veterano´ considera que se encuentran en «buena forma».

No obstante, la temporada invernal no está siendo fácil para Guirado, bronce en los 5.000 metros del Nacional juvenil en 2010, debido a unos problemas de rodilla que le han tenido en duda para el Balear. «Es una pena porque me estoy sintiendo fuerte en el cross y quiero coger fondo para mi objetivo de verano: volver a ser medalla en el Campeonato de España», explica el júnior.

Por sus éxitos, nadie duda en considerarlos como las dos promesas más firmes del fondo pitiuso masculino. El juvenil nació en Marruecos y emigró a Eivissa cuando tenía once años. Dos cursos después ya correteaba luciendo el color amarillo de la Emase. Guirado se decidió definitivamente por el atletismo hace tres años, tras probar con el fútbol en la Peña y el Sant Carles.

Los dos han encontrado su paraíso en Santa Eulària, conducidos por Mariano Riera, «un entrenador que sabe sacar lo mejor de ti», según apunta Laghdassi. La ilusión por dedicarse profesionalmente al atletismo no se la quita nadie, ni siquiera escándalos de dopaje como la Operación Galgo.

«Aquí estás demasiado expuesto y tienes mucha presión, no es como en los deportes de equipo», explica Guirado. Laghdassi comparte su opinión y también tiene en mente salir de la isla para no frenar su progresión.«Pero sin descuidar los estudios, que es lo más importante», matiza.