Alberto Morena sabe bien lo que es arbitrar en solitario en categoría Regional. Una tarea ardua, en la que tiene que lidiar con 22 jugadores fiándose solamente de su criterio. A veces, un trabajo muy difícil de afrontar sin ayuda de los jueces de línea, como puso en evidencia la tangana del pasado fin de semana en el encuentro entre el Atlético Isleño y el Formentera. «Incidentes pueden ocurrir en cada partido, pero el hecho de que haya tres personas controlando el juego da mucha más información al colegiado para tomar las decisiones», comenta Morena, partidario sin condiciones de implantar la presencia de los árbitros auxiliares en la Interpueblos.

De momento, la Delegación Insular de Fútbol ha remitido una circular al Colegio de Árbitros para asegurar la presencia de linieres en el «máximo de partidos posibles» a partir de la jornada de mañana, como confirmó ayer el delegado Pepe Roselló. «Probablemente, seremos la única competición en España de categoría regional con jueces de línea», explica Roselló.

Por su parte, Morena confía en que haya suficientes efectivos para dotar a todos los enfrentamientos de la Regional pitiusa del trío de jueces correspondiente. «La labor del delegado arbitral (Gregorio Toledo) es encomiable y si nos coordinamos, entre todos podemos levantar una montaña de arena», comenta el árbitro, animando a los equipos a que asuman el coste de contar con tres colegiados en cada choque. «Repercutirá en un juego más limpio», asegura.