El Consell de Ibiza entregó ayer por la noche en un abarrotado auditorio de Cas Serres las Medallas de Oro a Joan Planells Murtera y a Manel Marí, a título póstumo; también nombró Hijo Adoptivo de la isla a Ángel Nieto; además de reconocer la labor de Alba Pau, Josefa Marí y la Asociación de lucha contra el cáncer Elena Torres, a las que concedió el Premio al Mérito Ciudadano.

Fue una ceremonia muy emotiva, cargada de tristeza por los premiados ausentes, y con los sentimientos aflorando a cada instante en los vídeos de presentación e intervenciones de los galardonados; pero que tuvo el contrapunto socarrón del historiador Joan Planells Murtera, que en un discurso cargado de ironía y buen humor deshizo el nudo en la garganta que había acompañado a los asistentes durante toda la gala.

El canonge e historiador recibió la Medalla de Oro de manos del presidente del Consell, Vicent Torres, cogió el micrófono y, sentado desde su silla, leyó un discurso en el que hizo un breve repaso a su vida, agradeció el premio «que no merecía» e ironizó con que se le considerara historiador, título que no podía acreditar (en alusión al escándalo de Cristina Cifuentes) y que pensaba que podía reclamar a la Universidad Rey Juan Carlos, «pero que estarán muy ocupados buscando otros títulos». En ese tono irónico continuó su alocución e incluso dijo temer por que el Consell le quitara la medalla y tuviera que huir a Bruselas (en alusión a Puigdemont), medalla que, por otra parte, «al ser de oro» podría vender para poder pagarse el alquiler de un apartamento de Waterloo. Murtera evidenció a sus 85 años tener la misma curiosidad sobre la actualidad que por la historia de Ibiza, y reconoció que su «adicción» por la historia de la isla fue «como si fumas un porro de marihuana» y comenzó cuando empezó «a bucear en los archivos del seminario».

A Joan Planells, el Consell le concede la Medalla de Oro por desarrollar una labor «capital» en el mundo de la docencia y en la investigación histórica sobre Ibiza. Autor de libros y artículos de historia local, «de obligada lectura para cualquier investigador que pretenda adentrarse en la cultura ibicenca» destacan también sus estudios sobre órdenes religiosas o linajes y familias de las Pitiusas.

Manel Marí, «la voz punzante»

Manel Marí, «la voz punzante»

Con un vídeo de Manel Marí recitando varios poemas, que hizo sentir muy cercano al autor, y una sucesión de fotografías de su vida y su trayectoria se dio paso a la entrega de la segunda Medalla de Oro. Su mujer, Eva Llorenç, acompañada de la hija de ambos, recogió el galardón emocionada y muy agradecida a la isla. En su intervención recordó que Manel era un ibicenco «de nacimiento y de vocación» y que en su vida y en sus poemas retornaba a la isla. Y así, señaló, lo seguirán haciendo ella y su hija. «Manel no era exclusivo de ninguno y es y será patrimonio de todos», dijo.

Recordó también la «voz firme y punzante» de Manel y dijo que pare él la poesía «era un acto de rebeldía». Del compromiso del poeta con la isla «no hay ninguna duda» y su mujer se mostró convencida de que si ayer «Manel estuviera en la isla, estaría ahora mismo en la manifestación dando apoyo a la plataforma por una Ibiza más sostenible (la concentración se realizaba a la misma hora de la ceremonia)».

El poeta y activista cultural falleció en enero a la edad de 42 años, y el Consell le concede la medalla por ser considerado «como uno de los poetas más brillantes de su generación en catalán». Marí escribió once poemarios y recibió prestigiosos premios en lengua catalana. «Leer a Manel Marí, difundir su obra, ser fieles a su mensaje vitalista y a su amor por Ibiza, es la mejor manera de mantener viva su voz», subrayó el presidente del Consell en su discurso.

En la ceremonia también se recordó a la figura de Ángel Nieto, el expiloto de motos que falleció en la isla el verano pasado a causa de un accidente de quad. «Ángel Nieto puso al servicio de Ibiza su proyección a nivel internacional para promocionar una imagen positiva de nuestra isla», recordó Vicent Torres en su intervención, al igual que sus hijos (que no pudieron acudir a la ceremonia por motivos laborales) y numerosos amigos que aparecieron en el vídeo de presentación. Nieto siempre tuvo presente la isla y así se lo inculcó a sus hijos y así lo mostró al mundo. Su mujer, Belinda Alonso, recogió emocionada el galardón.

Los premiados, como reconoció en su discurso el presidente del Consell, Vicent Torres, son «un ejemplo y un estímulo para continuar trabajando en favor de una Ibiza más próspera, más culta y más solidaria». Y de esa solidaridad a la que se refería Torres saben bastante y la practican muy a menudo las tres primeras galardonadas de la noche con el Premio al Mérito Ciudadano.

En primer lugar, Josefa Marí, médico de Cas Serres durante muchos años y en la actualidad, en la Llar Eivissa. Muy ovacionada por el auditorio, Pepita Vadell se preguntó que qué había hecho ella para recibir este premio, restó importancia a su labor destacando la de los voluntarios y siguió siendo aclamada durante varios minutos por su sencillez y humildad. El Consell le reconoce «toda una vida de implicación y entrega en la atención, ayuda y cuidado de las personas más vulnerables de nuestra sociedad, especialmente a la gente mayor y por convertir su trabajo en un verdadero compromiso en favor del bienestar, la salud y la autonomía de estas personas».

El vídeo sobre Alba Pau fue el que cargó de emoción el auditorio. Protagonizado por muchos de los discapacitados a los que ayuda, el vídeo dibujó a una galardonada entregada y solidaria. En su discurso Alba Pau, también muy emocionada, dedicó este premio a otros voluntarios, se acordó de Ángel Nieto, «qué pena angelito que no estés aquí», agradeció a mucha gente el galardón, pero «sobre a todo» a sus tres hijos. «Les he robado mucho tiempo, pero han entendido que ese tiempo era para los que más lo necesitan». El Consell la premia por su «loable labor» dentro del asociacionismo insular, principalmente con colectivos de discapacidad física e intelectual.

La fuerza de una hija

La fuerza de una hija

El tercer premio al Mérito Ciudadano fue para la Asociación de lucha contra el cáncer Elena Torres Gutiérrez, en reconocimiento a su «loable trabajo en pro de la lucha e investigación contra el cáncer, mediante el mecenazgo a jóvenes científicos así como por apostar por proyectos de investigación originales, innovadores y de alta aplicabilidad». Su presidenta Mari Carmen Gutiérrez, madre de Elena Torres, destacó el apoyo de «muchísima» gente entre voluntarios e instituciones, «especialmente a la consellera Marta Díaz»; anunció que ya habían conseguido 150.000 euros para pagar 3 años de investigaciones de la persona que han contratado a través del programa ComFuturo y se acordó, «porque este premio es para ella», de su hija Elena. «Su marcha nos dio la fuerza, en vez de quitárnosla, para poder crear esta asociación», señaló.

La ceremonia se cerró con una representación de danza clásica del 'Lago de los Cisnes'.