El Festival Burning Man es uno de los eventos más innovadores, vanguardistas y creativos que se celebra en la actualidad en el planeta. Este encuentro de las artes reúne a destacados artistas de vanguardia, emprendedores y visionarios de un mundo increíble donde la creatividad explora y presenta sofisticadas construcciones arquitectónicas, artefactos móviles, ideas y obras de arte de ciencia ficción situadas en un futuro no muy lejano.

El Burning Man (Hombre en llamas) se celebra en Black Rock City desde 1990 la semana anterior al llamado Labour Day americano, en septiembre y en pleno desierto de Nevada, donde no existe nada más que polvo, y se rige por unas normas de conducta estrictas en cuanto a respeto por el medio ambiente, la convivencia y los valores del arte en toda su expresión. Durante la semana que dura este efímero certamen, que se construye y se destruye totalmente, se celebran hasta 3.000 eventos, de música, arte, orfebrería, charlas de economía, tecnología punta y enseñanzas de vanguardia y de toda índole.

La 'ciudad del polvo', como se le conoce, es un paradigma de ideas, proyectos futuristas, extravagancia, rituales espirituales y expresión de manifestaciones artísticas capaces de inspirar películas de ciencia ficción o paisajes de otros planteas. Allí acudieron desde hace ocho años, por primera vez, el famoso galerista neoyorquino Lio Malca, fundador de la galería La Nave de ses Salines, el emprendedor afincado en la isla Alejandro Lozano y el fundador de Dj Awards, José Pascual, entre otros, para vivir un evento único en el mundo. Malca, Pascual, Lozano y otros residentes anónimos de Ibiza quedaron impactados con la experiencia y repitieron años sucesivos hasta que en 2014 decidieron montar el 'Ibiza Camp'. «Podíamos ir a donde quisiéramos, pero decidimos en 2015 montar nuestro propio campamento como un gueto en forma de U y así albergar a los residentes isleños que se fueron sumando al grupo inicial, hasta llegar a 70 miembros», afirma Pascual.

El Camp es una forma de sobrevivir en este festival de ideas y locura en medio del desierto, donde no existe absolutamente nada a menos de 197 kilómetros y solo hay lo que el propio campamento y cada uno reúne. «Es muy difícil convivir con tanta gente teniendo en cuenta que no hay duchas, camas, ni lo más mínimo para comer y dormir. Coordinar y convivir en medio de un desierto con tormentas infernales de polvo a veces es muy complicado. Por eso hemos reducido el número de participantes»,señala Pascual.

La marca y espíritu de Ibiza

Como casi todas las cosas que llevan la marca Ibiza, el refugio ibicenco en el Burning Man logró un éxito inmediato, aportando a la filosofía del evento arte, arquitectura y personajes como John Hardy, que dio unas charlas sobre la filosofía de la construcción de la arquitectura de bambú, como invitado. «Fue muy bien acogida, nos situó en el mapa del festival, aunque nos llamaron la atención por unas plumas que dejamos sin darnos cuenta». La limpieza es fundamental y cuando acaba todo el desierto tiene que quedar como un parque natural en su estado inicial. Todo desaparece, hasta las cenizas del monumento que se quema cada año como parte del ritual efímero.

En 2016 el Ibiza Camp recogió el reconocimiento a la excelencia que otorga el Festival como el 'camp' más acogedor gracias a su configuración con jaimas e inspirado en el desierto, los nómadas y la película 'Caravanserai', cuyo nombre e idea también hizo famoso el guitarrista Carlos Santana con un disco épico. Lejos de la estructura de otros espacios de alta tecnología que albergan hasta 300 personas con baños, comida y limpieza, el Ibiza Camp buscó una idea más original y con la escala de Ibiza.

En 2017 contó con 30 personas, «un número manejable de amigos que prefieren el anonimato», según Pascual. Este mismo año ocurrió algo inesperado y sorprendente para los habitantes del Ibiza Camp: «El sábado se celebra una gran fiesta y la quema del muñeco y el domingo arde el templo simbólico que se construye cada año y durante este acto hay un gran silencio. Este año pasó algo curioso en el reducto ibicenco, llegó un tío desnudo y nos dio una postal con condones usados con el nombre de 'Caravanserai', motivo del certamen del 2014, con un mensaje de No bienvenida que representa en la filosofía del Burning Man otro reconocimiento como pandilla de pijos lunáticos». Esto ha significado, en la exclusiva, galáctica y loca jerga del festival, un segundo reconocimiento para los lunáticos representantes de Ibiza.

«La creatividad, las cantidades de inputs y network que consigues en este evento es única. Es una semana increíble en la que tu cerebro no es capaz de asimilar la enorme cantidad de información de vanguardia y tecnología. Una experiencia vital que cambia tu concepto de vida, es como una utopía de una semana de convivencia donde sale la esencia de todos. No me casaría con una pareja con la que no conviviera en el Burning Man porque hay momentos críticos donde hay que convivir con experiencias que te ponen al límite y tormentas de arena en las que pasas de 45 o 50 grados al sol a menos 6 grados por la noche. Parte de la experiencia es buscarte la vida como puedas», resume emocionado el creador de los DJ Awards.

Famosos y millonarios bajo el sol

Llama igualmente la atención que los asistentes se puedan encontrar con cualquier personaje de relevancia mundial, como Mark Zukerberg (Facebook), Paris Hilton, Katy Perry, las modelos Poppy y Cara Delevigne, Alessanadra Ambrosio, Sara Sampaio o Candice Swavepoel; Dj Diplo o la actriz Susan Sarandon. El fundador del Cirque du Soleil, Guy Laliberté, tiene su propio camp llamado 'Lune Rouge', como su galería de Ibiza, o el millonario ruso Timur Sardarov y el actor Oliver Ripleyel con su lunático campamento 'White Ocean'.

La nómina de emprendedores, grandes empresarios, filántropos, artistas, millonarios visionarios, intelectuales del mundo digital, la filosofía y la economía mundial que se dan cita en este encuentro de culturas e innovación es sorprendente, ya que no solo participan sino contribuyen, esponsorizan, crean y exponen nuevas formulas de arte, cultura, entretenimiento y una nueva visión de la realidad futura.

Todos los creadores de imagen del mundo van a inspirarse en las ideas y movimientos que surgen en los encuentros, charlas, eventos y manifestaciones artísticas que son un gran estímulo de creatividad desbordante en última tecnología e inversión. Hay gente que dedica mucho tiempo, dinero y fantasía para presentar cosas y proyectos inauditos como los ninots gigantes que promueven los artistas valencianos Christian García y Almanary Marcos, que se presentó en 2017.

Este mismo año el Nevada Museum of Art presenta hasta enero de 2018 una exhibición denominada 'City of Dust. The Evolution of Burning Man', con obras del archivo de la colección de su Center of Art and Enviroment de artistas que han plasmado le evolución de 'la ciudad del polvo', como el famoso camión musical Mayan Warrior y Robot Heart, donde acuden djs y modelos de fama mundial o el Artcar, una obra de 350.000 dólares de coste construida sobre el esqueleto de un vehículo Hammer que ganó el primer premio en 2016. Este famoso artefacto andante es una réplica de la película de dibujos animados 'Gru, mi villano favorito'. Paralelamente ha habido un ciclo de conferencias a cargo de ilustres personajes como John Law, Michael Mikel, el diseñador David Best, al artista Steven Raspa, Megan Rutigliano y el creador conceptual Leo Villareal.

En todo este increíble contexto de arte, vanguardia, extravagancia y galácticas vestimentas es algo insólito que el 'Ibiza Camp' haya obtenido un reconocimiento especial en dos ocasiones.