Ibiza vuelve a ser desde ayer a mediodía la capital mundial del negocio de la música electrónica, gracias al desfile de pesos pesados de la industria que irán desfilando hasta el próximo viernes por el International Musi Summit. El IMS llega a sus primeras diez ediciones como un encuentro consolidado entre empresarios.

Las cosas cambian mucho en una década. En 2007 su principal pretensión de los fundadores (Ben Turner, Mark Netto, Danny Whitle y Pete Tong) era «que se reconociera la seriedad del negocio», como recordaba ayer Tong. Ese objetivo está más que logrado a día de hoy y la agenda de paneles y charlas abarcan desde la árida economía de un sector más que pujante a cómo mantener la salud en un negocio que, mal que pese, tiene mucho de nocturno. Hasta la salud auditiva ha tenido su momento en un apretado programa que desde la organización se hace cumplir con disciplina británica.

Edición tras edición, el 'Informe de Negocio del IMS', a cargo de Kevin Watson, de Danceonomics, se ha consolidado como uno de los momentos álgidos del IMS, al margen de la variable presencia de músicos reconocidos internacionalmente, como la presencia de Bernard Sumner, de New Order, prevista para esta tarde.

Watson recopiló este año varias tendencias que apuntalan la idea de que la música electrónica está en auge, como que los principales festivales del sector han quintuplicado su aforo y los tres más importantes superan el millón de asistentes. Pero lo más importante se lo reservó para el final, cuando estimó que el sector valía 7.400 millones de dólares en 2016 (6.500 millones de euros), 300 más que un año antes. Así que creció un 3%, según calculó en base a una exhaustiva recopilación de datos en los que incluye desde la venta de entradas a conciertos a la música en 'streaming', que ha ganado un 60% de suscriptores en solo un año: de los 68 millones de 2015 a los 112 de 2016.

En este contexto, la electrónica sale ganando porque el 57% de su música se vende ya a través de estos servicios de pago por consumo, que es el mayor porcentaje de cualquier género, con un aumento del 6% respecto a 2015 sólo en Estados Unidos. Aunque allí las ventas de música dance crecieron en todos sus formatos: el 3% en ventas de soportes físicos y el 5% las ventas digitales (de pistas sueltas o discos).

La electrónica vive un momento dulce en el país de las barras y estrellas, donde es el quinto género más popular y el cuatro más escuchado por suscripción. Lo mismo que ocurre en Alemania, donde es el quinto estilo que más vende, aunque es el mayoritario entre los compradores jóvenes, lo que explica cómo ha doblado sus ventas en sólo siete años. O en Francia, donde es el estilo más radiado y el segundo con más seguidores en los servicios de pago.

También tiene retos por delante, como afrontar la escasa presencia femenina. De hecho, un estudio realizado sobre 24 festivales detectó que sólo un 17% de mujeres a los platos, desde el CTM que contaba con un 45% de féminas, a Beyond Wonderland, que sólo contó con dos para un cartel con 61nombres (3%).

El techo de vinilo

La cuestión del género centrará varios paneles durante el Summit, aunque The Black Madonna, nombre de guerra de la americana Marea Stamper, elegida dj del año pasado por la prestigiosa Mixmag, dejó clara su postura: «No es un hecho debatible, es como el cambio climático, como la evolución», por ello conminó a «dejar de hablar y empezar a actuar». De hecho, ella participa en una campaña que aspira a doblar el número de cabezas de cartel femeninas en los principales festivales en tres años.

Otro ejemplo de que ese techo de vinilo existe está en el olimpo de los djs. Hace diez años no había ninguna mujer entre las diez mejor pagadas a los platos. Y sigue sin haberlas. En esa lista que elabora Forbes sigue en lo más alto el británico Calvin Harris, que el año pasado ingresó 63 millones de euros, frente a los 38 millones que ganó Tiësto o los 28 de David Guetta. Pero la lista muestra que los doce mejor pagados ganaron un uno por ciento menos que en 2015 -perdieron tres millones entre todos- y, lo más destacado, las ganancias se repartieron más entre la docena de pinchadiscos.

Además de medios de todo el mundo, en el IMS de este año participan más de 260 delegados profesionales, con predominio de británicos, americanos y alemanes, aunque también los hay llegados de Hong Kong, India, Japón, Corea del Sur o China, sede de la versión asiática del IMS.