Un problema digestivo de Eva Amaral a punto estuvo de cargarse la primera jornada del festival Sueños de Libertad, que comenzó anoche con el ya tradicional acústico en el Cine Regio de Sant Antoni.

Fue la cantante zaragozana la que lo explicó durante el concierto. Por la tarde comenzó a vomitar y tuvo que acudir a las Urgencias del Centro de Salud de Sant Antoni. Por eso sus mayores agradecimientos de la noche fueron para los profesionales del centro sanitario, por la atención y el cariño recibido, y para el público que "completó la curación" con su calor.

Pero el susto no se le notó, Amaral se mostró poderosa sobre el escenario y presumió de voz.

Tanto ella como su compañero, Juan Aguirre, recordaron que fue el año pasado la primera vez que visitaron Ibiza y se mostraron contentos de repetir tan pronto en una isla que se ve como un sueño desde el invierno zaragozano.

La pareja levantó al público de sus asientos con varios de sus temas más conocidos, como ´Moriría por vos´, ´El universo sobre mí´, ´Cómo hablar´ o ´Lo que nos mantiene unidos´, con la que abrieron el recital. Aunque con un repertorio tan extenso como el suyo algunos fans echaron de menos sus favoritas.

Pero el festival encendió las luces unas horas antes, con los dos boquerones de la noche, El Kanka y Zenet, malagueños y "compadres", según señalaron.

El Kanka fue el encargado de darle al interruptor del Sueños de Libertad 2017 y a la mitad de la primera canción ya se había convertido en imprescindible y tenía a toda la platea siguiéndole en los coros. A base de energía, letras agudas, una voz flexible y un guitarreo que navegaba entre el funk y la rumba, se metió en el bolsillo al respetable.

Salió sin lista de canciones y fue tocando las que le iban pidiendo desde el patio de butacas, hasta que llegó ´Volar´, que compartió con Zenet. Los dos malagueños grabaron la canción hace tres años y no habían tenido la oportunidad de tocarla juntos en directo hasta anoche. Bendita coincidencia.

Dio la alternativa a Zenet, que dio muestras sobre el escenario de esa elegancia con la que transita por los diferentes géneros musicales para confluir en un jazz impuro. El de Pedregalejo cantó al amor y al desamor con canciones de sus diferentes discos, muy bien acompañado por dos músicos de fuste, el guitarrista José Taboada y el trompetista Manuel Machado.