El Ministerio de Cultura se desentiende del compromiso que le obligaba a asumir la gestión del Museu Puget de Dalt Vila y lleva desde 2012 reduciendo su aportación a este centro, según denuncia el Ayuntamiento de Ibiza. Tanto es así que de una aportación inicial de 80.000 euros que se hizo el año de la inauguración, en 2007, se ha pasado a los 20.000 euros que se consignaron en los presupuestos generales del Estado de 2016 para este centro, como explicó el teniente de alcalde de Vila, Alfonso Molina.

Molina señala que se trata de un «pequeño museo excelente», con una colección que «vale mucho la pena visitar». Según los últimos datos publicados por Diario de Ibiza en junio pasado, es el que mayor número de visitantes recibe de toda la isla, 26.582 en 2015, muy por delante del segundo, que es el Museu Monogràfic de Puig des Molins, con algo más de 17.000 visitas el mismo año y también de titularidad estatal, aunque en este caso la gestión corresponde al Govern. Y también mucho más visitado que el MACE, que actúa como matriz, con 14.846 espectadores.

Cambio en la Moncloa

El teniente de alcalde denuncia que las mermas en la aportación del Estado empezaron con la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno, en 2012, y han seguido desde entonces cada vez de forma más acusada. Esta última asignación supone reducir a una cuarta parte la asignación que recibía Can Comasema seis años atrás.

«Unilateralmente, el Ministerio recortó la subvención a los museos, y en particular a los que no eran propios», denuncia el teniente de alcalde, pero recalca que la colección de los Puget sigue siendo patrimonio del Estado y lamenta que a día de hoy «es el Ayuntamiento el que está soportando en solitario el coste del museo».

Señala, de todos modos, que desde la Corporación están «encantados» de mantener abierto el centro, por el valor de la colección que alberga pero también porque se trata de un espacio «magnífico» en el que el continente vale tanto la visita como el contenido. «Nos gusta, colaboramos con él. Pero siendo del Estado nos lo estamos tragando entero nosotros», reitera. Para el político ibicenco, si el museo estuviera en Madrid, a pesar de sus pequeñas dimensiones, no se enfrentaría al olvido del Gobierno, que ha mantenido la financiación de sus colecciones estelares, especialmente las de la capital. Pero recalca que la responsabilidad sigue siendo del Estado. «El convenio original contenía unas obligaciones que no han cumplido de forma unilateral».

También apunta Molina que la asignación estatal nunca ha cubierto la parte que le tocaba al Ministerio. «Pero si en plantilla había tres personas, ya se cubrían los dos tercios de los costes del personal». El resto ya salía de las cuentas de Vila, que ahora lo paga todo a pesar de que no les corresponde.

Reunión en Madrid

Y tampoco se ha dejado de reclamar ese dinero. De hecho, Molina informa de que una de las primeras reuniones que tuvo el concejal de Cultura, Pep Tur, fue en Madrid con el director general de Museos para ver cómo estaba la cuestión: «Estuvo mirando un poco al cielo», explica que fue la actitud de su interlocutor.

Por ello asegura que el Ayuntamiento estaría dispuestos a asumir la titularidad de la colección: «Que nos la regale, estaremos encantados de mantenerlo», apunta. También lamenta el precedente que supone el convenio para otros casos similares que pudieran darse, como podría ser el del museo de la Necrópolis de Puig des Molins. «Da miedo imaginar una cesión del Monogràfic, que estaría bien porque lo cuidaríamos más. En el primer año llegan de Cultura 300.000 euros, pero tres años después son 60.000. ¿Cómo lo asumes?», ejemplifica.