­La sala Marià Villangómez de la biblioteca de Can Ventosa se convirtió ayer en un pequeño oasis de poesía y paz en mitad de la vorágine del verano en Vila durante el homenaje que el Ayuntamiento de Ibiza quiso rendir a Antonio Colinas, poeta ligado a la isla desde 1977, y que este año ha obtenido el XXV Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana que reconoce el conjunto de su obra.

Colinas estuvo arropado ayer en el acto por su mujer, María José Marcos, sus amigos en la isla y admiradores de su obra, tantos que la sala se quedó pequeña. «El año próximo se cumplen 40 años de mi llegada a Ibiza en 1977», recordó el poeta, que también hizo balance de este 2016: «un año de buenas cosas». Se han juntado la edición de su libro ´Memorias del estanque´, el premio Reina Sofía y la reedición de su ´Obra poética completa´. Tres buenas noticias que neutralizan, dijo, el estado de sus cervicales, que le han dado algunos problemas.

«Aquí tengo mi casa»

Las palabras más emocionadas las dedicó a la isla, donde tiene su casa y donde ha escrito muchos de sus poemas. Recordó que llegó a Ibiza gracias a una beca de la Fundación March con la que pudo completar ´Astrolabio´ y apuntó además que ha dedicado cinco libros específicamente a la isla, entre ellos ´La nave de piedra´, ´Los días en la isla´ y ´Rafael Alberti en Ibiza´. Seis semanas del verano de 1936´, una investigación que le llevó ocho años de trabajo, además de la traducción de Villangómez, ´Caminos y días´.

Colinas agradeció a Fanny Tur y el Ayuntamiento que la biblioteca de Ibiza haya sido este año pionera a la hora de celebrar su 70 cumpleaños, ya que le nombraron ´Escritor del mes´ en enero, cuando sumaba esta redonda cifra. Y tuvo palabras muy especiales de agradecimiento también a quienes le acompañaron ayer en el acto de homenaje: el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, y los poetas Carles Fabregat, Julio Herranz, Josep Marí y Toni Roca. Estaba también invitado Ben Clark, quien no pudo asistir por compromisos profesionales.

Ruiz describió a Colinas, leonés de nacimiento, como «un ibicenco más» y le felicitó por su premio «tan merecido».

Toni Roca tomó la palabra para leer un hermoso poema dedicado a la memoria de la desaparecida Concha García Campoy, que estuvo ayer presente también en las palabras de Colinas, cuando recordó el libro ´Ibiza´, que hicieron juntos.

Carles Fabregat leyó poemas de ´Noche más allá de la noche´ y ´Sepulcro en Tarquinia´ y sumó al homenaje a Toni Marí Muñoz, que quiso estar presente aún en la distancia a través de un poema suyo.

Julio Herranz felicitó a Colinas por su premio y agradeció su labor «como embajador de Ibiza con la bandera más noble que es la de la poesía», para después leer entre otros el poema ´Verano´, más que indicado por las fechas actuales.

Josep Marí cerró las intervenciones de los invitados leyendo el poema ´Cabo de Barbaría´ y, a continuación, la traducción al catalán que él mismo realizó expresamente para el acto.

El homenaje, que transcurrió en un ambiente familiar y distendido, lo cerró Colinas que quiso lanzar un mensaje de aliento a la poesía y a los poetas: «más allá de ideologías, la poesía es un aglutinante que nos une a todos», dijo. Y cerró el acto con una frase que arrancó un largo aplauso del público: «Gracias a Ibiza, a la que tanto debo».