«Cada planta, cada ave y cada montaña han tenido siempre un nombre en ibicenco. Es evidente que las estrellas también debían tener sus propias denominaciones en las Pitiusas. Pero ¿cuáles eran?». Esta es la pregunta que se planteó la Agrupación Astronómica de Ibiza (AAE) hace ya tres años, cuando inició su campaña ´Estels d´Ibiza´ para tratar de recuperar estos nombres, o al menos, aquellos que aún permanecieran en la memoria de los más mayores. Ayer, con este mismo título, la AAE presentó un libro de 62 páginas en el que figuran las denominaciones populares que los payeses y marineros de las Pitiusas daban a esos puntos de luz en el cielo.

Así, por ejemplo, entre los nombres que se han podido rescatar del olvido están los que se daban al planeta Venus (en Gruasopes, entre otros), a Júpiter (Gandul) o a Mercurio (Semolera). No se ha podido recuperar el nombre ibicenco para Marte o para Saturno, «pues la gente ya no mira las estrellas, que a veces, ni siquiera se ven desde la ciudad», afirmaba ayer el presidente de la Agrupación, José Luis Bofill.

La Osa Mayor, por ejemplo, es una de las constelaciones más conocidas. Está formada por siete estrellas principales. Los ibicencos llamaban a la Osa Mayor de dos formas: o bien es Carro (por su semejanza con este vehículo) o bien es Set Frares. Una bella leyenda acompaña este último nombre. Afirma que siete monjes de es Cubells intentaron raptar a una joven que pasaba por allí, y fueron castigados por ello a permanecer para siempre en el cielo. La muchacha también está en la Osa Mayor, y es la pequeña estrella llamada sa Donzella, que es Alcor, casi pegada a una de las siete principales de la constelación.

También el cúmulo de las Pléyades está envuelto en curiosos mitos. Se creía que estas estrellas bajan a tierra todas las noches de Santa Esperanza (18 de diciembre). «Cuando vienen, corren descontroladas por montañas y llanuras, provocando gran escándalo y ruido», afirma el libro.

También se reproduce la canción que el ingenio popular compuso con motivo de la llegada del cometa Halley en 1910: «Toni, mengem-mos sa truja, que la fi del món vendrà; naltros quedarem i sa truja quedarà», es su estribillo más famoso aún hoy en día.

Gran parte del contenido de ´Estels d´Ibiza´ procede de las averiguaciones realizadas por Vicent Tur Guasch, Fornàs, de Xacoters de Balàfia, durante la década de los años 80, explicó Bofill.

La presentación del libro contó con la actuación del cantautor Joan Murenu, que interpretó canciones como Lluna pagesa o Bona nit blanca roseta. Estuvieron también presentes el concejal de Cultura de Vila, Pep Tur, y el conseller de este área del Consell, David Ribas. Hay una versión resumida del trabajo en la web estels.aaeivissa.com.

El acto sirvió de colofón a la exposición de fotos astronómicas obtenidas por la AAE, que se clausura mañana, después de haber permanecido abierta más de un mes. A lo largo de este tiempo han pasado por la sala 1.300 personas, entre las que han abundado escolares de numerosos centros educativos de la isla.