Fotografías, dibujos, postales, servilletas, toallitas, CD de música, tarjetas de felicitación de su hija, posavasos, facturas, recortes de periódico, cartas personales... El artista Abraham Cruzvillegas (México DF, 1968) resume un año de su vida en una serie de objetos cotidianos que esconde al espectador con una capa de acrílico de colores en un puzle anárquico, pero que mantienen la realidad de cara a la pared.

Todos ellos forman la pieza de título kilométrico ´Autorretrato ciego recogiendo mis tripas de la arena mientras escucho campanas que me hacen recordar mis fondos de ahorro para el retiro´, que desde ayer se puede contemplar en el Museu d´Art Contemporani d´Eivissa (MACE). La obra, que «dialogará» durante un año con la colección permanente del museo, pertenece a la colección de Guy Laliberté (Circo del Sol) y ha sido cedida por sus galerías en la isla: Art Projects Ibiza y Lune Rouge.

Cruzvillegas es un nombre fundamental del arte conceptual contemporáneo, que estos meses muestra su proyecto ´Empty Lot´ en la Turbine Hall, la sala principal de la Tate Modern de Londres, y que tiene obra en las colecciones del MoMA de Nueva York o el Pompidou de París. El mexicano es un artista autodidacta, heredero de movimientos recicladores como el Arte Povera 0 Fluxus, que creó su propio sistema educativo en el arte, alejado de las academias. Estudió pedagogía y durante cinco años recorrió las comunidades indígenas de México acompañado de su abuela trabajando con los artesanos para construir un modelo de aprendizaje basado en el uso de las manos.

«Es un hecho excepcional, gracias a la cesión de Art Projects Ibiza y Lune Rouge, tener en el museo esta obra de un artista de primerísima línea mundial, que convivirá con el resto de la colección en un diálogo enriquecedor», aseguró el concejal de Cultura de Vila, Pep Tur, en la presentación de la obra.

La directora del MACE, Elena Ruiz, incidió en que ese diálogo enriquecerá la colección y también al público: «Es un préstamo poético que crea nuevos puntos de atención para que la gente renueve sus visitas al museo». «Cruzvillegas es un artista muy especial que se construyó a sí mismo», aseguró Ruiz, que explicó la pieza cedida: «Se trata de una improvisación y acumulación biográfica con elementos propios de la cotidianidad. Acumula esos elementos que tapa con una capa de acrílico para ocultar la fuente que hay detrás. Hay un proceso vital en la construcción de la obra que solo se percibe de una forma muy sutil y poética. Es un autorretrato. Es su vida...», subrayó.

Montaje «divertido»

Ruiz y Heather Harmon, directora de Ibiza Art Projects y Lune Rouge, coincidieron en que ha sido «muy divertido» montar esta obra, de unos diez metros cuadrados y 549 piezas, la única multicolor de una serie que el artista mexicano ha colgado en varios museos del mundo: «El montaje implica a las personas. Cruzvillegas manda las piezas ya agujereadas e incluso los clavos, da pautas, pero te deja libertad. Cada vez que se monta es una obra diferente. Reproducirla es imposible. Hace que te impliques en la obra y te pongas de parte del artista», señaló Ruiz. Harmon, por su parte, subrayó que se trata de una pieza cambiante, en la que el artista implica a las personas que trabajan en ella en cada lugar: «La idea de la comunidad es muy importante para Abraham. Se trata de conectar culturas diferentes», señaló.

Ambas aseguraron que la colaboración entre el MACE y la galería se mantendrá: «Ya comenzó con el apoyo económico que nos ofrecieron para la muestra de Douglas Gordon y Tobias Rehberger, ahora damos un paso más y seguiremos dando otros en el futuro», terminó Ruiz.