Un año más vuelve a brillar el acto de entrega del Cornelius Atticus 2017, en un marco incomparable en Palma como es la Capella del Consolat de la Mar y en un ambiente extraordinario y solemne, se concedió la más alta distinción deportiva balear. En la modalidad masculina fue para John Tunks a título póstumo y el femenino para Dolors Besné.

El mallorquín Joan Ordinas fue el encargado de hacer el discurso sobre Dolors Besné (basket-voleibol, presentada por la Federació de Tir de Fona) y el ibicenco Toni Roig se encargó de versar sobre nuestro gran amigo John Tunks (atletismo-tenis, presentado por el Consell de Formentera); ambos maestros de ceremonias cumplieron con creces su cometido. Permítanme decir, con todo respeto, que desde 1996, todos los Cornelius entregados han sido merecidos, pero sí que es cierto que tanto John como Dolors son tal vez, el perfil y espíritu de los que mejor representan el Atticus.

Edición histórica, ya que a partir de este año se concederá un masculino y otro femenino, hasta ahora de los 34 premiados, solo tres fueron mujeres.

La consellera Fanny Tur, orgullosa de que ha sido desde esta legislatura que se ofrece la tradicional comida a las personas que han sido premiadas.

El director general d´Esports, Carles Gonyalons nos explicó lo que muchos no sabíamos€ detrás de la placa que se entrega (además de la insignia) figuran todos los nombres de las personas que lo han obtenido, son 34, con estas dos ya suman 36 personas que ostentan este gran honor y privilegio.

Francina Armengol también acertó en su discurso para clausurar el acto, dijo lo justo y necesario. Fue sencillo, cercano y breve (importante para deportistas).

Señora presidenta, aunque ya sabe que a veces soy crítico, pues entiendo que todo siempre es mejorable, hoy solo toca felicitar a los ganadores y a sus familiares y al Govern por su magnífica organización. ¡Enhorabuena a todos! Francina, quisiera darle las gracias por volver a invitarme a este brillante acto y darme así la oportunidad de compartir recuerdos y anécdotas durante unas horas con muchos amigos y personas que aprecio y admiro mucho por su dedicación de toda su vida a la promoción del deporte en nuestras islas.

Por último, recordar a los que no pudieron estar entre nosotros, unos por la salud, como es el caso de Enrique Granados y otros, como es el caso de Tomeu Ferragut, el más reciente de los 13 premiados que ya han fallecido. ¡Viva el Cornelius Atticus!