Ayer leí en su sección ´Cartas a la directora´, el escrito de Paquita Planells Bufí sobre el trato que recibió por parte de una dependienta de Ikea. Su indignación dice ser por discriminación lingüística al dirigirse a ella en ibicenco y la empleada reaccionó como una «leona rabiosa»; me parece un calificativo poco acertado, usted no puede imaginar cómo se ´enrabian los/as leones/as´. Quizás esta empleada esté un poco harta (como la mayoría de todos nosotros) del catalanismo y por eso reaccionó mal con usted. Yo tendría que escuchar sus motivos (de la empleada). Coincido con ella en el idioma, estamos en España, el idioma oficial es el castellano o español, pero con tanta chufla catalana nos están haciendo perder los nervios. Yo hablo y escribo en ibicenco, pero nadie me obligó a estudiarlo. Usted propone al Govern soluciones para nuestros comercios a través de su conselleria, y además propone cuatro soluciones:

1ª Toda persona que quiera trabajar o esté trabajando de cara al público, debería estar examinada por funcionarios del Govern para saber si son aptos o no. Pues no todos los indivíduos sirven para tratar a los clientes. Mi respuesta: llevo 50 años detrás de un mostrador de cara al público y le garantizo que también hay muchos clientes que en educación y compostura dejan mucho que desear (leonas-es rabiosas-os), en estos casos presumo de ser buena ´domadora´; no hay que perder núnca la calma.

2ª Deberían obligarles a hacer un curso de cultura ibicenca, cortesía y buenos modales. Mi respuesta: también muchos de los clientes que atendemos a diario, deberían hacer los cursos que usted propone.

3ª El Govern debería sacar una ley muy restrictiva en defensa de la lengua catalana y de sus habitantes isleños, mediante multas a trabajadores o propietarios, cuando estos han sido los ofensores. El justificante, obviamente, debería ser una reclamación escrita oficial por escrito. Mi respuesta: lo que nos faltaba, que saque esa ley en Cataluña (si se dejan), aquí estamos en Ibiza, nuestra lengua es la española o ibicenca, el catalán, en Cataluña.

4º Todos los organismos públicos que den certificados de empadronamiento por primera vez, de residencia etc. antes de otorgarles dicho certificado, deberían obligar a hacer un curso de cultura ibicenca y hacerles firmar un contrato para que se comprometan a respetar la cultura, la lengua y a sus gentes originarias de Ibiza. Mi respuesta: en esta proposición se ha pasado ´un pueblo´. Nadie tiene derecho a obligar a ningún ciudadano a hacer los cursos que usted propone, tenemos la obligación de respetar las normas de convivencia, nada más. Su escrito me da pie para expresar públicamente la indignación que siento sobre el tema del catalán, 2ª lengua de Cataluña, la primera no lo olvidemos, es el castellano o español. Aquí en Baleares el desgobierno de la señora Armengol y sus socios de des-gobierno, nos quieren imponer en los centros de salud, centros de enseñanza e instituciones el catalán, como si Baleares perteneciese a Cataluña. Somos de las Islas Baleares, no catalanes. Se nos están yendo buenos médicos porque les obligan a tener el título de catalán, cuando su deber es tener el de médico y ser un buen profesional. Si hubiese un incendio, una inundación, un terremoto, un tsunami o cualquier otra desgracia, que no vengan bomberos sin el título de catalán porque no les dejaremos actuar. Venga ya, basta ya de tanto catalanismo, les estamos allanando el camino a los independentistas extremistas catalanes, al fugado golpista, que aún no entiendo cómo Bélgica lo está arropando. No comprendo que el pueblo catalán se haya dividido de tal manera que familias y amigos, hayan dejado de hablarse, es una pesadilla. En toda España, de norte a sur, de este a oeste, tenemos varios dialectos, pero nos entendemos a la perfección, porque el idioma que hablamos todos es el español o castellano. Acabo mi escrito con la frase de una luchadora (María Carrasco) y su: en Baleares libre elección de la lengua.