Víctor López, director general de Transporte de ALSA, señaló el pasado mes de junio de 2016 que «la compra de Voramar el Gaucho permitiría al grupo ALSA desarrollar su actividad en Ibiza aportando los valores de un transporte de calidad, seguro y medioambientalmente sostenible, e involucrándose en la mejora de la movilidad en la isla».

Pues bien, yo me pregunto transcurrido más de un año, dónde está la mejora medioambiental y el transporte de calidad cuando la nueva empresa ALSA mantiene muchos de los antiquísimos autobuses de Voramar el Gaucho, algunos con más de 20 años de antigüedad. Hasta cuándo tendremos que padecer los sufridos habitantes de Ibiza el espantoso ruido y los gases emitidos por esos autobuses obsoletos.