Estos días escucho que el problema de la crisis o la no generación de puestos de trabajo en la zona de Platja d´en Bossa se debe a ciudadanos que, como yo, nos quejamos del ruido. Sinceramente, me ha parecido un argumento fuera de toda sabiduría humana y barato, basado tal vez en la dejadez de mentes abiertas capaces de crear nuevas fórmulas de desarrollo de la industria turística.

Cada uno puede argumentar lo que considere y desee, por supuesto. Aun teniendo la libertad de argumentar, la crisis no implica que tengan el derecho de imponer su algarabía musical a los vecinos de las zonas colindantes. Si los residentes estamos obligados a cumplir unas normas de convivencia, y no hacerlo está penado por la ley, las actividades que se llevan a cabo, también. Ahora bien, una cosa bien diferente es cuando uno desea hacer lo que le da la gana y/o como le da la gana, y tirar perdigones hacia afuera cuando las cosas no van según sus previsiones. No se confundan o no se dejen confundir: la que escribe esta carta y el resto de los vecinos solo pedimos que se cumpla la ley. Y pensándolo bien podrían quejarse al Ayuntamiento de San José, que es muy eficaz en la resolución de problemas; son un equipo formado por luces borrosas que seguro que les guiarán para encontrar la luz. Mis vecinos y yo solo queremos dormir, y seguro que ustedes también.