No abusemos de la palabra ´indignado´, no nos expresemos, para todo lo que nos disgusta, como indignados, porque el mal uso de esta palabra está llevando a que su causa pierda la importancia que tiene, a que el peso que debe tener para que se lleve a cabo de manera correcta su trabajo pierda sentido, pierda fuerza. Me cansa ver que todo el mundo se ha pegado el lastre de indignado para todo. Las personas no son responsables ni entienden el verdadero significado de esta forma de enfrentarnos a lo que no funciona. Luchan por cosas muy serias, esas personas que se encuentran en el hoyo de la indignación, las que promueven y realmente ejercen un derecho y un peso.

Es posible que pierdan realmente cosas importantes, se juegan mucho como para que por cualquier cosa las personas utilicen la palabra ´indignado´... Cualquier cosa es, por ejemplo, la cancelación de una actividad popular como ha ocurrido en Eivissa… Por favor, utilicen otras frases y otras palabras para quejarse, hay muchas en nuestro diccionario. No podemos compararlo con cualquier cosa que nos moleste, ni que sea objeto de pretexto de cualquier discusión, no digo que las cosas que nos molestan sean menos importantes, pero mezclar y comparar erróneamente nos puede llevar a que el trabajo de muchas personas no consiga por lo menos intentar su objetivo, un objetivo para todos los ciudadanos que realmente tienen problemas graves y todos somos nosotros, tú y yo.

Por otra parte espero que el grupo de indignados no llegue nunca a ser un partido político, no llegue nunca a ser tan poderoso que el propio partido político que gobierne los capte, espero que el precio de todo lo que se está consiguiendo y tal vez se consiga no sea el económico, espero que los indignados sean de corazón y no de intereses personales. Lo espero, aunque tampoco me ciego, ya que tenemos mucha experiencia en este sentido. Pero ahora toca defenderlos y apoyarlos porque, de momento, no están demostrando lo contrario.