Al comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública se le llama educación cívica o civismo. En base a esa convivencia, en toda comunidad que pretende ser avanzada, es necesario e importante anteponer los intereses de la sociedad a los nuestros particulares y denunciar aquello que afecte al bienestar común.

Mal ejemplo de educación cívica es el que nos ha ofrecido la señora Gema Roselló (cuyo comercio frente al futuro nuevo colegio Sa Bodega ha tenido que cerrar) quien, creyendo que las demandas que se han hecho públicas han interferido en el traspaso de su negocio, ha publicado una carta en este periódico intentando desacreditar al portavoz del colectivo de afectados por las obras del colegio de Sa Bodega (nunca hemos dicho que seamos todo el mundo ni todo el barrio), negando la evidencia de que existe dicho colectivo (por definición es un grupo de personas) y creyendo ingenuamente que alguien que vaya a alquilar su local no conoce perfectamente la situación de la zona, que es mucho más que evidente.

Es obligado por educación cívica respetar a todo grupo de personas y a su portavoz (todos sabemos, menos esta señora, que para serlo no es necesario crear estatutos ni convocar ningún mitin). Sobre todo teniendo en cuenta que yo –que soy el portavoz y tengo los mismos intereses en juego que los de la señora Gema Roselló– y este colectivo, olvidándonos de nuestros intereses particulares, nos enfrentamos y trabajamos con esfuerzo para solucionar los problemas que sufren (en diferentes niveles) nuestras familias y nuestro colectivo: vecinos y comerciantes, que vivimos o trabajamos alrededor de la obra del colegio Sa Bodega.

Si alguien como esta señora puede llegar a decir que esta situación que vivimos los afectados por la obra del colegio Sa Bodega no es de agonía, y para reconocerlo necesita que se cierre un negocio cada día y que se despida a mucha más gente de la que ya se ha despedido, debería ir a la escuela para que le enseñen educación cívica, y también de la general, para que aprenda cómo debe comportarse una persona en una sociedad avanzada y respetuosa con sus gentes.