Tocar el pasado 24 de julio con Ojos de Brujo en las fiestas de Sant Jaume fue, a nivel personal, el cierre de un ciclo muy importante para mí.

Escribo esta carta con el fin de dejar constancia del agradecimiento que tengo, tanto a los responsables directos de la realización de este concierto como a todos los indirectos, que son muchos. Quiero agradecer profundamente a Anna y a Sonia, del departamento de Cultura, su esfuerzo en hacer posible la producción del concierto en la isla, por creer que era factible y por poner todo a disposición para llevarlo a cabo. Desde aquí, todo mi cariño por regalarnos la oportunidad de presentar a Ojos de Brujo en la isla que de alguna manera parió al grupo. También quiero agradecer a los que de manera colateral han ayudado a que todo sea más fácil. Gracias a Lucía, Andreu y Lorenzo, por poner vuestro saco de arena en la logística del evento.

Y ya desde un ángulo más alto, gracias a Formentera, y en concreto a sus habitantes, porque han sido el motor de mi inspiración artística y musical desde que me crié aquí. Personajes tan influyentes como Harry, Eric, el gran percusionista Paul, el percusionista y pintor Luis, los legendarios componentes de Formentera Guitars y los que han tocado con ellos, Bruce y Toni, los hermanos del jazz, los lejanos James con Hielo Band y un sinfín de músicos locales con inmenso talento, como los componentes de Aires Formenterencs y los músicos que visitan la isla cada año, sean instrumentistas o percusionistas de todo tipo; a todos les quiero agradecer de corazón por amar la música como se debe amarla, con sencillez y dedicación.

Cuando uno mira atrás para comprender cómo ha llegado hasta el presente, entiende que nunca ha sido por méritos puramente propios (menos mal), y que la vida y las decisiones que uno toma son simplemente una ecuación resultante de todas las influencias recibidas. Esas influencias, especialmente si han sido buenas, han de ser reconocidas, siempre que uno pueda, claro está.

Dana: gracias por el contexto artístico que fue Can Marroig; a ti, Teresa, gracias por despertar mi temprano interés hacia la riqueza de la música del flamenco; a Andreu, César y Mendrugo, por escuchar tanto a Camarón y a Ketama en el kiosko Anselmo (cómo se añoran esos momentos), y a la familia de la Fonda Platé, por vuestra rica banda sonora, incesante, gracias mil.

Gracias a vosotros, familia directa e indirecta, amigos,artistas, artesanos, compañeros de la escuela, periodistas, profesores, cocineros, grandes personajes, por mantener el espíritu de la isla frente a los continuos retos de nuestros tiempos. Espero que las múltiples personas a las que no he mencionado no se lo tomen personalmente ni se ofendan.

Espero siempre poder traer más música y músicos para vuestro disfrute. ¡Nos vemos!