Leer que el nuevo instituto de Sant Antoni no podrá empezar a funcionar a principios de curso ha sido noticia, aunque para los lectores y ciudadanos ya nos da igual cuál sea la noticia o el titular, parece que nos hemos inmunizado y nos da igual todo.

A mí, como docente y ciudadano, me parece muy triste que no se cumpla la promesa del anterior equipo de gobierno sobre este tema. Por tanto, las promesas, como siempre, caen en saco roto y no hay nadie que diga nada. Tendremos que seguir esperando los incumplimientos por parte de la clase política.

Creo que es de un cinismo absoluto que el conseller de Educación nos diga que le gustaría que la inauguración del instituto fuese «como regalo de Reyes». ¡Por favor! Llevamos años reivindicando desde diferentes frentes, agentes, sindicatos, etc., la necesidad de infraestructuras en la isla para poder desarrollar nuestra actividad y que todos nuestros alumnos tengan unas instalaciones dignas.

Aprovecho la ocasión para recodar que el nuevo colegio de Sa Bodega de Vila está parado hasta nueva orden y que del instituto de Santa Eulària, res de res. ¿Dónde están todas las partidas aprobadas en años anteriores y cuyo destino era de dotar a la isla de esas infraestructuras necesarias? ¿Alguien lo sabe? O como siempre, no hay dinero, o mejor dicho, se ha perdido en el trayecto entre Palma e Ibiza.

Y ya para finalizar, si los docentes, el alumnado y los padres de estos, nos plantásemos ante tal atropello por parte del Gobierno balear, seguro que la patata caliente la tendrían en su tejado. ¿Paramos las clases en toda la isla y hasta que no movilicen los recursos no damos clase? ¿Qué pasaría?. ¿Cómo reaccionaría la clase política? …. Pero, iluso de mí, las utopías no existen.