Primero querría felicitar a todas las personas que han colaborado en la extinción del incendio en Benirràs, que dudo se recupere en 20 años. Pero que quede claro: en España y en Ibiza se seguirán quemando los bosques, cada verano.

Las razones son varias. La primera es que la masa forestal es mucho más grande que hace 50 años, y al no haber ni pastoreo ni ramoneo, la carga de combustible es muy elevada

Otra causa muy importante es que a los propietarios de los bosques se nos ignora, somos pocos y parece que es políticamente incorrecto tener una extensión de terreno más o menos grande. Aunque espero que dentro de poco vea una excepción: el Ayuntamiento de Sant Josep tiene intención –veremos cómo acaba– de hacer una actuación en una zona de la isla y, cosa extraña, se ha puesto en contacto con los propietarios para consensuar las actuaciones. De momento está en fase de estudio.

Pero la principal razón del abandono de los bosques es que estos no son económicamente sostenibles. Limpiar una hectárea de bosque cuesta alrededor de 3.000 euros, y cada diez años como máximo toca otra vez. En algunas comunidades se subvenciona esta actividad, pero la subvención nunca es suficiente y, con suerte, da para cubrir costes, siempre y cuando no cuentes las horas dedicadas a la gestión, ni la financiación entre que pagas al bosqueter y cobras la subvención.

Los bosques, al contrario que las piedras, están vivos; la presión antrópica que sufren es altísima; por tanto, o los cuidamos (como dice un amigo, los ajardinamos) o se morirán

Proteger el territorio sobre el papel (LEN, PTI, etc.) está muy bien, pero si no se compensa a los propietarios y se buscan soluciones para rentabilizar lo protegido, no será efectivo a largo plazo. Y como ya he mencionado antes, las subvenciones no funcionan.