Hace unos días publiqué una carta al director en la que mostraba mi indignación por la nula labor hecha en los dos últimos años por el actual equipo de gobierno del Consell Insular de Formentera para conseguir la plena igualdad de los extracomunitarios residentes en sus desplazamientos Formentera-Ibiza.

A pesar de que mantengo mi legítimo derecho a estar en desacuerdo con lo hecho en este tiempo, sí que lamento el tono empleado al criticar que no se hiciera nada por unos ciudadanos «porque no son votantes». El tema me afecta directamente por ser pareja y padre de extracomunitarias, y mi impotencia tras el enésimo caso de humillación recibido pudo más que mi capacidad de razonar.

Reconozco que en 2008 se realizó una labor importante pasando del 0 al 50% en los descuentos. Lo que quise remarcar fue el estancamiento posterior hasta día de hoy y no lo hice correctamente.

Quien tiene boca se equivoca y el calor a menudo le reblandece a uno el cerebro.